¿Qué pasa después de una cicatriz?

Toda cicatrización conlleva un proceso complejo en el que el organismo busca volver a unir los tejidos. Conforme pasan los meses, la tonalidad de la cicatriz irá variando, siendo en principio roja, luego violácea, rosa, y ese rosa irá palideciendo hasta quedar un poco más clara que el resto de la piel.

CUIDADO DE LAS CICATRICES:

Durante el proceso de cicatrización, el color de la cicatriz se decolorará y su volumen se reducirá. De media, esta fase dura entre 3 y 6 meses.

Durante los primeros tres meses la cicatriz tiende a levantarse de la piel y ponerse más dura o tensa. Pero con el paso del tiempo, estos signos tienden a desaparecer y la cicatriz perderá su apariencia rojiza y se pondrá más blanda y plana. Por lo general, las cicatrices tardarán entre 12 y 18 meses para curarse.

Lo habitual es que esta etapa no se alargue más allá de los dos meses, pero según qué casos y circunstancias, puede extenderse durante un par de años.

Estas cremas, geles, pomadas y aceites de primeras marcas ayudan a reparar la piel dañada por heridas, quemaduras o cirugías

3 pasos imprescindibles para evitar la aparición de cicatrices

A medida que la cicatrización continúa, usted puede notar que la zona presenta picazón. Después de que la costra cae, la zona puede lucir estirada, roja y brillante. La cicatriz que se forme será más pequeña que la herida original. Será menos fuerte y menos flexible que la piel circundante.

¿Cuál es la frecuencia de aplicación? Aplica una a dos veces al día tu crema cicatrizante, rostro o cuerpo, para tratar la lesión. Basta para que surta efecto y cure tu piel. Tu tratamiento con ungüento cicatrizante durará hasta que se complete la cicatrización.

Podemos empezar a tratar una cicatriz desde el momento en el que ya no hay costras ni heridas (aproximadamente la 4ª semana tras la cirugía). Hay diferentes maneras de hacerlo: La protección solar: el más importante.

La histamina es una sustancia que dilata los vasos sanguíneos, aportando mayor irrigación sanguínea algo que está directamente relacionado con el picor en la piel. Así, ese aumento del riego sanguíneo provoca que las heridas piquen durante todo el proceso de cicatrización.

Una fase inflamatoria que dura de 2 a 7 días, durante la cual la piel, que aparece roja y caliente, se defiende.

Las fases de la cicatrización se dividen en infla- mación, proliferación y maduración.

Una vez retirados los puntos tras una herida o intervención quirúrgica, es importante tomar medidas adicionales para cuidar la cicatriz resultante. Se recomienda aplicar una pomada antibiótica dos veces al día durante varios días para proteger la herida cicatrizada de las bacterias y acelerar el tiempo de curación.

Según un estudio publicado en 'British Medical Journal', el riesgo de infección es el mismo si se dejan los puntos sin cubrir. Las guías de manejo de heridas quirúrgicas aconsejan que en las primeras 24-48 horas se mantengan cubiertas con gasas o apósitos para evitar que se mojen y disminuir así el riesgo de infección.

Una cicatriz queloide es una cicatriz engrosada y elevada. Puede producirse en cualquier lugar en el que tengas una lesión en la piel, pero, generalmente, se forma sobre lóbulos auriculares, hombros, mejillas o el pecho. Si eres propenso a desarrollar queloides, es posible que te salgan en más de un lugar.

Si tu herida está cicatrizando, lo mejor es dejarla al aire libre. Si reduces la cantidad de oxígeno que circula sobre la herida allanarás el camino a las bacterias que adoran vivir “a cubierto”.

Las fuentes de zinc incluyen:

La gran favorita. Cicaplast Baume B5 SPF50 de La Roche-Posay es, sin duda, una de las preferidas por los expertos (de hecho, se la conoce como la crema de los 21 usos).

Bastará con aplicarlo en la zona de la cicatriz de forma diaria. Eso sí, es recomendable empezar a utilizar el aceite cuando la cicatriz esté cerrada y sin costra.

Síntomas

Los parches de gel de silicona se consideran una opción óptima para el tratamiento de las cicatrices queloides. Se pueden utilizar sobre la piel en cicatrización para ayudar a suavizar y aplanar una cicatriz queloide.

Cicatrices queloides.

Estas cicatrices pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo pero son más comunes en el pecho, la espalda, los hombros y los lóbulos. Se producen con mayor frecuencia en personas de piel más oscura. Las cicatrices queloides pueden aparecer hasta un año después del problema original de la piel.

Normales: la herida se ha curado perfectamente. Teóricamente, debe ser una fina línea del mismo color que la piel o un poco más roja. Atróficas: las más características son las que deja el acné o la viruela en el rostro. Son pequeños hoyos o depresiones, siempre por debajo del nivel de la piel circundante.

"Desde el primer día tras la intervención, y hasta la retirada de los puntos de sutura o de las grapas, y más allá siempre de que siga existiendo costra en la zona, debemos lavar con agua y jabón suave una o dos veces al día la herida, realizando masajes circulares sobre ella, y aclarando a continuación.

Por regla general, es suficiente con lavar la herida con agua y jabón, secarla con una gasa o algodón que no suelte pelusa y aplicar posteriormente un antiséptico.

Masaje cicatrizante

Frote la herida durante un período de cinco a 10 minutos dos o tres veces por día con una crema hidratante espesa (por ejemplo, manteca de cacao o vitamina E). Debe aplicar suficiente presión como para cambiar el color del corte de rosa a pálido.