¿Qué pasa si le doy tomate a mi conejo?

Aunque el tomate es bueno para los conejos, no se debe abusar de su consumo para evitar problemas de salud. Además, deben evitarse las partes magulladas y retirar por completo las podridas. Deben estar rojos y en buenas condiciones. Un tomate pasado puede provocar una fuerte diarrea o una intoxicación al conejo.

Corta el tomate en trozos pequeños según el tamaño del conejo: si se lo das entero o en trozos demasiado grandes, será peligroso que los ingiera porque si no los mastica suficientemente bien o se atraganta correrá riesgo de asfixia. Los conejos también pueden comer tomate con piel sin ningún tipo de peligro.

Alimentos prohibidos: Hay muchos alimentos que tu conejo no debe comer. Los hidratos de carbono muy concentrados (azúcares, almidones) son peligrosos para su salud. La patata, el pan, la pasta, el arroz, las galletas y la bollería están prohibidos, ya que pueden causar alteraciones digestivas muy serias.

Cavar, escarbar, roer, correr y saltar: a los conejos les encanta moverse y descubrir cosas nuevas. Por eso, como animales domésticos polifacéticos, necesitan suficientes cosas para mantenerse ocupados.

Podemos darle acelgas, cilantro, fresas, pera, alcachofas, col, hojas de rábano, perejil (no más de unos cuantos brotes), alfalfa fresca, coliflor, judías verdes, pimiento, apio, diente de león, mandarinas, repollo verde, repollo morado, berros, endivias, manzana, brócoli, eneldo, melocotón, rúcula, canónigos, escarola ...

Ejemplos: hojas de zanahoria, apio, perejil, escarola, romero, tomillo, acelga, remolacha, espinacas, diente de león… OTRAS VERDURAS O FRUTAS: Nos referimos a las verduras carnosas como zanahoria, calabacín, pepino, etc.

Buenas opciones son manzanas, mango, melocotón (durazno), papaya, piña, albaricoque, bayas . . . cualquier fruta le sería bueno para su conejito. Los platanitos (bananas, guineos) se deben dar rara vez. Lo que no exagere.

Otras plantas venenosas para los conejos son: la alocasia, aloe vera, amapola, azaleas, azucenas, baladre, cactus, claveles, dracaena, enebros, falsa acacia, ficus, geranios, gladiolos, helechos, juncos, margaritas, orquídeas, ricino, tulipanes...

A algunos conejos no les gusta el olor de perfumes, mentol o repelente de gatos y podemos proteger los muebles tentadores con toallas o sábanas, así como poner los objetos valiosos en lugares donde el conejo no pueda alcanzar.

Compañía y felicidad en un conejo

No solo basta con darles de comer y beber, hay muchas otras cosas que contribuyen a su bienestar como las visitas al veterinario, los elementos para mayor comodidad en casa, un correcto lugar de aseo… Además de atención, cariño y tiempo.

Te lame y ronronea

En muchas ocasiones lo hacen para que le devuelvas ese cariño con caricias y afecto hacia ellos, pues son animales muy mimosos y les encanta que pases horas acariciándoles. Los gatos no son los únicos animales domésticos que ronronean, los conejos también lo hacen cuando están felices.

Si hablamos de posturas en las que duerme un conejo, estos por lo general se echan, tendiendo a encogerse y acurrucarse si tienen frío. Cuando hace demasiada calor se tumban y duermen más estirados, siempre y cuando se sientan seguros.

Alimentación. Los conejos siempre deben tener a su disposición heno y agua. Agradecen un horario regular en el resto de sus comidas, lo ideal es darles de comer dos veces al día en horario fijo.

Malos hábitos que debes evitar a la hora de cuidar a tu mascota

Qué frutas no pueden comer los conejos

Si tu conejo es muy joven y no sabe beber agua solo, deberás enseñarle cómo hacerlo. En ocasiones, bastará con que, con el dedo y delante de tu mascota, aprietes y sueltes la boquilla del bebedero para que vea que de ahí sale agua. Incluso, podrías acercarle el dedo mojado para que lo huelo y lama.

Pelotas, rascadores, objetos de mimbre o paja, incluso aquellos que son tipo pelota rellena de premios y que según juega con ella, van saliendo de sus interior. Es posible que reaccionen con más alegría a alguno en concreto. Observa y potencia aquellos que más les gusten.

Lo recomendable es que cada día se les ofrezca un puñado de estas, pues aportan una gran cantidad de calcio, vitaminas y nutrientes indispensables para la buena alimentación y salud de tu conejo.

Los conejos pueden comer manzana, roja o verde, ya que se trata de una fruta inofensiva y segura para su organismo. Sin embargo, como el resto de frutas, no se recomienda como un alimento diario, ya que contiene altos niveles de azúcar. Por ello, es importante que racionalices el consumo de manzana en tu conejo.

En el caso de las lechugas, es recomendable evitar ofrecerles las hojas amarillentas y tampoco ofrecer las más claras, contienen más agua y pueden favorecer la fermentación y la diarrea (tipo lechuga iceberg).

Las ramas de peral son adecuadas como alimento y son bien toleradas. Es buena para los conejos. El espino cerval común puede ser alimentado. Tanto las hojas como las ramas, pueden utilizarse como forraje.

Repelente de olor irritante

Para elaborar un buen repelente casero necesitarás jabón de lavavajillas y 4 litros de agua, además de algún ingrediente con olores que repelen a los conejos, como los clavos de olor, el limón o incluso alimentos picantes, como los jalapeños o los pimientos habaneros.

En el caso de la lechuga hay que tener cuidado y no ponerle lechuga iceberg. ¿El motivo? Esta, a diferencia de otros tipos de lechuga, contiene lactucina , una sustancia opiácea que puede dañar el organismo del conejo a partir de ciertas concentraciones.

Las harinas y levaduras presentes en galletas y pan son terribles para el intestino de tu conejo, adhiriéndose al mismo y fermentando debido a que no son capaces de continuar el transito por el delicado sistema digestivo de tu conejo.

Ya no es fácil saltar y jugar como antes, están más cansados, la vista se va desgastando, los ojos son más sensibles a la luz, su pelaje va adquiriendo un tono diferente, los huesos se hacen más débiles y la musculatura en general pierde fuerza.

Un gazapo: hasta los 6 meses de edad. Un adulto joven: de los 6 a los 12 meses de edad. Un adulto: del año hasta los 5 años de edad. Un animal geriátrico: más de 5 años de edad.