¿Qué pasa si le pongo aceite a las hojas de las plantas?

Evita limpiar las hojas con aceite. Los aceites y líquidos grasos lo que hacen es obstruir los poros de las hojas, que es la parte por donde respiran. Si bloqueamos sus vías respiratorias no podrán hacer esta acción con normalidad, enfermando o muriendo.

Limpiar las hojas de las plantas con aceite

El aceite es una buena opción no sólo para limpiar las hojas de las plantas, sino también para abrillantarlas. Para ello, sólo tienes que pasar sobre las hojas un paño con unas gotitas de aceite de oliva.

Solamente hay que mezclar una parte de vinagre con dos de agua (puedes usar vinagre tanto de vino, de manzana o el blanco), ¡y listo! Aplica la mezcla en un paño de microfibra o de algodón, y da un suave masaje sobre las hojas para eliminar cualquier suciedad o marca que haya quedado.

Toma un paño suave o bayeta, humedécela con un poco de agua, escurre y limpia cada hoja con delicadeza. Si está muy pegado el polvo, puedes usar agua jabonosa muy diluida y aclarar luego con otro paño. Una vez más, evita dejar la planta al sol directo si ha quedado muy mojada.

Muchas plantas prefieren la luz indirecta y es necesario evitar que los rayos solares incidan de forma directa sobre sus hojas. Si lo hacen, los bordes de sus hojas empezarán a secarse. En este caso, retira las hojas secas, prueba a trasladar la planta a otro lugar más adecuado y verás que se irá recuperando.

Si quieres saber cuáles son, ¡presta atención!

El Fertilizante Líquido Plantas con Flor es un abono para usar especialmente para plantas con flor, pues su formulación potencia la floración. Este fertilizante lleva un aporte especial de Vitamina B1, esencial para intensificar los colores naturales de las flores, aumentando su esplendor y vivacidad.

Tanto de interior como de exterior

Siete consejos sencillos para mantener hermosas tus plantas

Además de agua y cerveza (también sirve una mezcla de agua y leche), puedes pasar el interior de la cáscara de un plátano por la hoja para que quede con un brillo espectacular. No intentes abrillantar las plantas que tengan hojas rizadas o con pelillos.

Seguramente has usado alguna vez bicarbonato de sodio porque es un gran antiácido natural. Pues es esta misma función la que trabajará como fungicida y te ayudará a terminar con las plagas de tu jardín de una vez por todas.

- Limpia las hojas de la planta: las hojas de tus plantas acumulan suciedad y polvo con el paso del tiempo. Para eliminarlo, solo tienes que hacer una mezcla con una parte de vinagre (cualquiera sirve) y dos de agua y luego usar un paño de microfibra o de algodón y pasarlo por encima de las hojas.

La leche ayuda a prevenir la aparición de hongos en tus plantas. Sólo tendrás que humedecer una bayeta en leche y limpiar las hojas. No es necesario que la aclares, ya verás cómo recuperan su brillo original.

Cuando las puntas de tus plantas se empiezan a secar o adquieren tonos pardos y marrones, pueden deberse a algo tan simple como una secuencia de riego escasa, que hace que la planta no reciba el agua y los nutrientes que necesita en las cantidades adecuadas.

Las hojas de las plantas son órganos que permiten obtener los rayos del sol, pero también son tejidos por los que hay un intercambio de fluidos a lo largo del día. Las puntas de las hojas comienzan a ponerse marrones cuando hay pérdida de agua y esta no se repone de forma adecuada a la velocidad requerida.

El crecimiento de la planta se detiene repentinamente y las hojas se vuelven amarillas y luego marrones, lo que indica que hay exceso o falta de riego. Examina las hojas: si están crujientes, probablemente estés regando poco; si están blandas al tacto, probablemente estés regando en exceso.

Escurrir las hojas (o centrifugarlas) para eliminar los excesos de agua. Envolverlas en un repasador limpio para que se terminen de secar. Si no se consumen en el momento, guardarlas en una bolsa tipo Ziploc (para que no entre aire) y separadas por servilletas de papel (para que se absorba la humedad).

Alimenta las plantas regularmente

Al momento de sembrarlas en las macetas, agrega fertilizante granular en razón de 2 cucharadas por envase de 19 litros (o según lo recomiende el fabricante). Cuando estén un poco más crecidas puedes empezar a usar un fertilizante orgánico líquido cada dos o tres semanas.

Los azúcares facilitan la asimilación de elementos nutrientes y su transporte por la planta ya que reducen la presión osmótica con lo que se mejora su entrada en los tejidos vegetales. Durante el desarrollo vegetativo, el transporte tiene lugar hacia los ápices del tallo y la raíz.

El enraizante de sábila es tan efectivo, que te ayudará a prevenir la presencia de hongos, bacterias y plagas en los esquejes; sus nutrientes, minerales y aminoácidos son útiles para la formación y desarrollo de nuevas raíces, por lo que tus plantas crecerán fuertes, bonitas y más rápido de lo que pensaste.

Consiste en llenar un recipiente de 20 litros con recortes de pasto, o incluso con malezas. Añadir agua y deja reposar durante un día o dos. Luego diluir mezclando una taza de hierba líquida con 10 tazas de agua y aplicarla sobre la base de las plantas.

Dentro de todo el abanico de fertilizantes que hay disponibles, podemos decir que los fertilizantes NPK son los más completos nutricionalmente hablando, ya que se aporta al cultivo o planta en el mismo momento de aplicación los tres principales macronutrientes indispensables.

Abonos caseros para plantas

Agua de huevo cocido

Los días en que hagas huevos cocidos para desayunar, no tires el agua: mejor riega tus plantas con ella. Esto ayudará a que florezcan y se mantengan fuertes, ya que el agua que queda es rica en sales minerales y nutrientes.

Tips para mantener las plantas verdes y sanas

Al limpiar el poto, ponlo bajo una regadera con agua filtrada y enjuaga sus hojas. Esto simula la lluvia que limpia naturalmente estas plantas en su entorno natural. Luego déjalo escurrir y secar al aire de forma natural. Rociarlo con agua filtrada, embotellada o de lluvia también limpiará sus hojas fácilmente.