¿Qué pasa si me inducen el parto y no dilato?

La inducción del trabajo de parto aumenta el riesgo de que los músculos del útero no se contraigan adecuadamente después de dar a luz (atonía uterina). Esto puede llevar a un sangrado grave después del parto. Para tratar un sangrado grave, en ocasiones se necesitan derivados sanguíneos.

Si el médico rompe el saco amniótico pero no logra que se inicie el parto, puede ser necesario utilizar otro método de inducción del parto. Esto es debido a que, si el saco amniótico permanece abierto durante mucho tiempo antes de que nazca el bebé, existe riesgo de infección, tanto para este último como para la madre.

Tanto si se induce el parto farmacológicamente o por métodos mecánicos, el proceso dura unas 12 horas, y el parto suele acontecer a las 24 horas de media tras el inicio del proceso. En estas 12 horas, es posible moverse, comer, estar con la familia, utilizar el lavabo y la ducha.

Uso de prostaglandinas

Para algunas, este proceso puede comenzar antes de que el trabajo de parto haya empezado. Pero si el cuello uterino no ha comenzado a madurar o a adelgazarse, su proveedor puede utilizar un medicamento llamado prostaglandina. El medicamento se coloca en la vagina junto a su cuello uterino.

caminar. masajes o contrapresión. cambio de posición. baño de inmersión o una ducha.

El parto prodrómico es un tipo de falsa contracción del parto . Ocurre en el tercer trimestre del embarazo y puede parecerse mucho al parto real. A diferencia de las contracciones reales del parto, las contracciones prodrómicas del parto nunca se vuelven más fuertes ni más juntas y no provocan dilatación o borramiento del cuello uterino.

Se ha asociado una gama multifacética de factores con la inducción fallida del parto, incluidos factores maternos como primiparidad, edad materna, puntuación de Bishop deficiente, factores fetales como el peso al nacer y la edad gestacional 10-17.

Se puede aplicar a los 2 o 3 cm de dilatación. La anestesia epidural a nivel lumbar (también llamada bloqueo epidural o anestesia de las raíces nerviosas) existe desde hace muchos años, y es uno de los métodos más efectivos y común para aliviar el dolor durante el parto.

La fase de dilatación suele durar menos a medida que tenemos mas hijos: unas 12 horas en mujeres que afrontan su primer parto (primíparas o primerizas) y unas 8 horas en el segundo. Una vez llegamos a los 10 centímetros de dilatación, comienza la fase de expulsivo, la segunda etapa del parto.

La oxitocina utilizada para inducir el parto es de acción lenta. Por ello, habrá que esperar al menos 20-40 minutos para observar sus efectos.

La inducción, generalmente, supone el primer paso de toda una cabalgata de intervenciones. Cuando se induce, se sufren contracciones mucho más dolorosas que las contracciones naturales. Así, muchas mujeres necesitan algo para aliviar el dolor, a menudo epidural.

Cuando su bebé está listo para comenzar el viaje a través del canal de parto, su cuello uterino se dilata desde completamente cerrado hasta 10 centímetros. Este proceso puede tardar horas, días o incluso semanas . Pero una vez que se llega al trabajo de parto activo (aproximadamente 6 cm de dilatación), normalmente es sólo cuestión de horas antes de que se alcance la dilatación completa.

La posición más favorable es a gatas, que deja la pelvis libre para que el bebé rote sin que sus hombros se atasquen.

El proceso de expansión del útero se lleva a cabo de forma progresiva, pues pueden llegar a pasar hasta 8 horas para alcanzar los 3 o 4 centímetros de dilatación.

Durante el inicio del trabajo de parto, el cuello del útero se dilata y se borra. Es probable que sientas contracciones leves e irregulares. A medida que el cuello del útero comienza a abrirse, podrías notar una secreción rosada clara o ligeramente sanguinolenta de la vagina.

Señales de que indican que estás dilatando

1. Tiene que haber contracciones seguidas, al menos dos cada 10 minutos. Esto es lo único que realmente puede controlar la embarazada: la frecuencia y la intensidad de las contracciones uterinas, ya que cada vez van siendo más dolorosas y menos espaciadas en el tiempo.

Como explica esta especialista, existen distintas formas no farmacológicas para intentar acelerar el proceso de dilatación:

Para algunas mujeres un parto inducido es más doloroso que un parto que comienza por sí solo , sin embargo esto no es cierto para todas las mujeres. Las epidurales generalmente están disponibles si es necesario.

Inducir el parto no es como abrir un grifo. Si el cuerpo no está preparado, la inducción puede fallar y, después de horas o días de intentarlo, la mujer puede terminar teniendo un parto por cesárea. Esto parece ser más probable si el cuello uterino aún no está maduro.

Este estudio mostró que la prevalencia de inducción fallida fue del 20,5% (IC del 95%: (15,7–25,3%)) . Las probabilidades de inducción fallida con una puntuación de alfil desfavorable fueron 4,05 mayores que las probabilidades de un alfil favorable AOR = 4,05 IC 95% (1,19–13,77).

Si después de aplicar las diferentes técnicas y medicamentos el parto no se inicia, será necesario practicar una cesárea o un parto instrumental, ya sea por ventosas, fórceps o espátulas. Se estima que hasta el 50% de las inducciones terminan en cesárea.

Obstetricia. La administración de la analgesia epidural varía según el tipo de parto. En un parto sin complicaciones, debería administrarse una vez se ha iniciado el trabajo de parto con contracciones rítmicas e intensas, al menos la mitad del cuello del útero borrado, y la existencia de unos 3 o 4 cm de dilatación.

En las últimas semanas del embarazo, pueden percibirse algunos síntomas como la expulsión del tapón mucoso, molestias pélvicas intensas, cambios en la percepción del bebé, o dificultad para dormir. También pueden presentarse contracciones irregulares.

Ejercicios de pie, cuclillas, andar o subir escaleras pueden ser muy beneficiosos en el proceso de dilatación, ya que el peso de la cabeza del bebé sobre el cuello del útero estimula la producción de oxitocina, hormona protagonista del parto.

Puede darse oxitocina (Pitocin) para hacer que el útero se contraiga.

¿Por qué es esto importante? La interrupción de la infusión de oxitocina una vez que el trabajo de parto activo ha comenzado podría dar lugar a un parto más natural, en particular si se reduce el riesgo de sobrestimulación uterina y la necesidad de cesárea inmediata.

Acelerar el parto con oxitocina sintética puede ocasionar una hiperestimulación uterina, con acontecimientos adversos como son la asfixia fetal o la rotura uterina y, por tanto, aumentar el riesgo de una cascada de intervenciones durante el parto y el nacimiento.