¿Qué pasa si no hay reina en una colmena?

Una colmena sin reina, es una colonia huérfana. Si no se atiende a tiempo, algunas abejas obreras, debido a la emergencia, se convertirán en ponedoras desarrollando la habilidad de poner huevos no fecundados que sólo dan lugar a machos. Es lo que conocemos como colmena zanganera.

La abeja reina sólo se alimenta de jalea real.

Solo ella y las larvas que se encuentran en las celdas reales pueden tomar este alimento, elaborado por las obreras. Solo puede haber una abeja real por colmena y esta no puede existir sin ella.

Normalmente no hay más que una abeja reina en una colmena. Si muere, las obreras crean una nueva abeja reina alimentando a una de las obreras con una dieta especial, la jalea real. Este elixir hace que la abeja obrera se desarrolle y se convierta en una reina fértil.

Dentro de una colmena, la abeja reina es la más. grande. Se identifica por su abdomen alargado y su. color naranja brillante.

El fenómeno de la aparición de celdas reales sin que haya indicios de enjambrazón constituye la forma natural en que las abejas cambian su reina. No existe, por lo tanto, intervención por parte del apicultor. En general, esta ocurre en la primavera, el verano o en los primeros meses de otoño.

Las abejas obreras viven una media de 105 días - y no salen de la colmena hasta los 21 días - , y aunque puede parecer una vida muy corta, las abejas en realidad tienen una mayor longevidad que otros insectos, y la duración de su vida depende de la función que desempeñen.

La formación de un enjambre de abejas o enjambrazón supone la división natural de una colonia de abejas, y consiste básicamente en que la que la abeja reina abandona su colmena de origen acompañada de un buen número de obreras.

Sólo existe una abeja reina en cada colmena. Las abejas obreras son las que más trabajan. Se encargan de ir a las flores a extraer un azúcar llamado néctar que transforman en miel. Por último, están las abejas zánganos, que no trabajan; solamente comen y fecundan a la reina para que pueda tener a sus hijitas abejas.

La reina deja de poner huevos, los días ya son muy fríos y las abejas gastarían muchas reservas de miel en mantener la temperatura idónea (37 gr) en el nido de cría.

De esta manera, las abejas no pueden vivir mucho tiempo sin comer, porque se debilitan rápidamente, especialmente las obreras que cumplen funciones fuera del nido. Es así como una abeja puede vivir sin comer alrededor de un día, después de este tiempo, perece con seguridad.

Las abejas reina viven un promedio de tres años. Las obreras viven períodos mucho más breves, de menos de tres meses en promedio. Las abejas reinas liberan feromonas para regular las actividades de la colmena.

Por lo general, las abejas reinas tienden a ubicarse cerca de las larvas, en las proximidades de los huevos puestos. Además, la reina se puede distinguir fácilmente cuando se nota claramente que hay una abeja parada entre las demás sin hacer nada. De hecho, además de poner huevos, las reinas no se ocupan de nada más.

La abeja reina no abandona la colmena, salvo durante los vuelos de fecundación, o cuando se produce un enjambre para dar lugar a una nueva colonia. La reina deposita sus huevos, en panales de cera que las obreras construyen con celdas hexagonales.

Una vez nacidas, las reinas tardan unos cinco días en ser fértiles y llegado este momento se emparejan durante unos seis días con di- ferentes machos. Los acoplamientos tienen lugar en pleno vuelo de la abeja reina, que es el que se conoce como vuelos nupciales.

La abeja reina, por su tamaño, es la más grande de la familia y es de la que depende la producción de miel. Para que entendáis mejor, una larva bebé nace después de 3 días. A los 7-8 días se sellan las larvas, y a los 15-16 días es cuando la abeja reina nace.

¿QUÉ COME LA ABEJA MELÍFERA? Tanto las obreras como la abeja Reina se alimentan de jalea real durante los primeros tres días del estado larval. Posteriormente, las obreras basan su alimentación en polen y néctar o miel diluida (las larvas elegidas para ser reinas continúan comiendo jalea real).

El tiempo que están posados puede ser desde unas horas hasta 2 o 3 días”. Mientras permanecen en la primera estación, lo que hace el enjambre es salir a explorar otros lugares que no las deje expuestas a la intemperie, es decir lugares, huecos, que les brinde protección.

Las que nacen en los meses de primavera o verano suelen vivir entre 6 y 7 semanas ya que tienen una vida muy ocupada. Los zánganos, las abejas macho de la colmena, tienen una esperanza de vida de alrededor de 3 meses que suele coincidir con los meses más activos de la colmena.

Es la única hembra fértil de la colonia. Sus funciones básicas son dos: (1) poner huevos para mantener o incrementar el número de individuos asegurando el recambio generacional, y (2) mediante la producción de feromonas, que suelen ser distribuidas por las obreras, mantener la cohesión de la colonia.

Para atraer enjambres, debemos colocar las colmenas levantadas del suelo, con las piqueras abiertas hacia el sol. No colocar bajo sombras, cuanta más luz solar reciba mejor. Debemos colocarlas cerca de arboles frutales o jardines.

Cuando damos un golpe seco sobre el alza de una colmena abierta, estamos reproduciendo físicamente el efecto de una explosión, con un ruido y vibración tan bruscos que pueden dañar a las abejas, además de influir sobre su agresividad. Esto suele hacerse para despegar las abejas adheridas a un alza, núcleo o tapilla.

La producción de una colmena completa y fuerte varía según su salud, territorio, floración y clima, desde 12 kilos en La Alcarria a 30 kilos en zonas de Extremadura o Galicia. Al menos 8 kilos deberán conservarse en la colmena como reservas de invierno para las abejas.

Los zánganos tienen ojos enormes que hacen contacto con la parte superior de la cabeza. Las hembras obreras tienen ojos mucho más pequeños que están bien separados hacia los lados de la cabeza. Los ojos de los machos son más grandes porque necesitan encontrar a reinas potenciales durante el vuelo.

Hasta 800 euros se llega a pagar por una abeja reina.

Las reinas copulan con hasta 15 zánganos, asegurándose de esta manera una variabilidad genética debido a la poliandria (varios padres) que tendrá la prole.

Es la única hembra fértil de la colonia. Sus funciones básicas son dos: (1) poner huevos para mantener o incrementar el número de individuos asegurando el recambio generacional, y (2) mediante la producción de feromonas, que suelen ser distribuidas por las obreras, mantener la cohesión de la colonia.