¿Qué pasa si podo mi planta en floración?

Beneficios de la poda en floración (y prefloración) Al dar forma a tus plantas, puedes promover una floración más adaptada a tu zona de cultivo. Mejora de la calidad de las flores: Al eliminar las ramas muertas o dañadas, la planta puede redirigir su energía hacia la producción de flores de mayor calidad.

La poda en floración puede ayudar a mejorar la producción, la distribución de energía y recursos en tus plantas. Sin embargo, se recomienda hacerlo en las primeras semanas de floración para evitar estrés y posibles daños a las plantas.

Beneficios de la poda apical

Si realizamos bien esta técnica podemos aumentar la cantidad de inflorescencias que forma la planta, lo que aumenta significativamente la producción y además mejora la conservación de los cogollos al no tener un tamaño excesivo en el que se pueda formar moho.

En la fase de floración, en torno a su 7ª semana, sí que deberás cortar las hojas grandes de tu planta para evitar que tapen la entrada de luz a otras hojas. En caso de que estas hojas grandes impidan a las demás recibir luz, el crecimiento de los cogollos se verá afectado.

Muchos cultivadores creen que en cuanto las plantas entran en floración, dejan de crecer y empiezan a producir cogollos. Pero esto queda lejos de la verdad. Durante la primera semana (más o menos) de la floración, las plantas experimentan un período de estiramiento y crecimiento acelerado.

Podar todas las hojas en floración

La fotosíntesis es esencial para la producción de energía y el crecimiento de la planta. En lugar de podar todas las hojas, sigue estos consejos: Enfócate en eliminar solo las hojas grandes y maduras que bloquean la luz hacia los cogollos, permitiendo una mejor penetración de la luz.

Sin embargo, desde agosto hasta que las hojas comienzan a cambiar el color, no es recomendable hacerlo, ya que el árbol está trasladando los nutrientes desde las hojas a las raíces. Si podas demasiado las ramas con hojas, el árbol se debilita.

Por regla general, los arbustos que florecen en primavera se podan una vez que ha concluido la floración. Los arbustos que florecen en verano y otoño no se podan hasta finales del invierno, cuando ha pasado el riesgo de heladas, justo antes de la brotada primaveral en el caso de los caducifolios.

En el momento en el que la planta llega a unos 30 centímetros, ya mostrará un tallo principal y dos y tres entrenudos y es cuando se debe hacer la primera poda apical, que debe realizarse tanto en el tallo principal como en los entrenudos para poder variar de manera efectiva el patrón de crecimiento.

El momento ideal para llevar a cabo la poda apical es cuando la planta haya desarrollado de 3 a 5 nudos, porque es en ese momento cuando los tallos y raíces están ya robustos y pueden recuperarse rápidamente del corte.

Respecto a la nutrición, los cultivos en floración, ya sea en invernadero o al aire libre, necesitan mantener constante el nivel de Nitrógeno, y recibir Fósforo y Potasio, pero no en excesivas cantidades. Puesto que el exceso de nutrientes puede dar lugar a un desequilibrio nutricional, disminuyendo el efecto positivo.

La nutrición en la fase de floración es muy importante y requiere un Abono NPK (Nitrógeno, Fósforo y Potasio), el nitrógeno es el elemento esencial para una planta en crecimiento. El fósforo es crucial para la respiración de la planta y esencial para la formación de flores.

Es recomendable cortar las flores una vez estén secas o marchitas realizando un despunte, si las plantas tienen tallos largos córtalos hasta la base. Con esta acción evitarás la aparición de enfermedades, se prolongará la floración y se estimulará la producción de flores nuevas.

Ahora que conocemos el proceso, vamos a generalizar para explicarnos mejor. Una vez que la planta ya no es un retoño, va a precisar un riego aproximadamente cada 3 o 4 días. Y cuando sea adulta y esté en plena floración seguramente el riego sea cada 2 o 3 días porque sus necesidades son mayores.

Se debe dejar unos 10-15 días antes de la cosecha para cortar el suministro de nutrientes de las plantas y lavar las raíces.

Por lo general, durante la floración solo crecen el 25-50% de su estatura.

Lo más conveniente es realizar la poda cuando la planta esté en el periodo de receso vegetativo. Generalmente en la mayoría de los casos debe realizarse en invierno o, dependiendo del clima, a finales de invierno cuando haya pasado el peligro de grandes heladas que puedan dañar a la planta.

Tras realizar la poda de árboles y arbustos, se recomienda aplicar pasta cicatrizante en las ramas con heridas de más de tres o cuatro centímetros de diámetro. Esta pasta cicatrizante permite sellar el corte evitando que penetren la humedad y hongos que luego provocan el desarrollo de enfermedades en el árbol frutal.

Después de la poda aplica nuestro bálsamo cicatrizante para curar las heridas de los árboles

El objetivo de podar durante el verano es ganar fortalecimiento y vigorosidad en tus plantas, ya que mediante la poda eliminamos todas aquellas ramas y tallos mal formados o excesivamente fuertes, que roban sabia al resto de la planta y evitan que alcance su máximo esplendor.

La consecuencia es un parón en el crecimiento y el debilitamiento del ejemplar. En invierno se ve mejor el armazón de las ramas y es más fácil elegir lo que se corta y lo que no. Algunas especies como los Arces, Abedules, Chopos, Nogales, etc.,pierden mucha savia si se podan en primavera o verano.

Mayo. Es tiempo para podar los chupones de los arbustos, recortar los setos, rebajar el volumen de las trepadoras, despuntar y recortar las flores pasadas de los rosales.

En general, deberás podar los rosales justo antes de que la planta rompa la latencia después de la última helada de primavera. Esto será a principios de año en climas cálidos, y en cualquier momento entre enero y abril en climas fríos. Si se trata de rosales más viejos, pódalos después de florecer.

Dado que la poda se lleva a cabo en verano y las temperaturas son cálidas, los cortes que se realicen podrán cicatrizar rápidamente y se reducen las posibilidades de introducción o propagación de enfermedades a la planta. Además, la luz y la circulación de aire reducen el riesgos de enfermedades fúngicas.

La mejor época del año para podarlo es a finales del invierno. De esta manera evitará las heladas y como este periodo es el punto álgido de mayor actividad y circulación de savia, esto ayudará a que cicatrice antes. Evitaremos podar si se prevé lluvia o nieve para no correr el riesgo de que aparezcan hongos o insectos.

La eliminación, ya sea de la punta de la rama o de hojas jóvenes en desarrollo estimulan el crecimiento de las yemas laterales que se convertirán en crecimientos laterales debido a la eliminación de los puntos de producción de las auxinas.

La poda apical es una forma de controlar el crecimiento de la planta y aumentar su producción. Consiste en cortar la punta del tallo principal del cannabis, del cual aparecerán dos nuevas ramas en forma de Y.