¿Qué pasa si se corta la cutícula?

Al cortar las cutículas estamos favoreciendo la entrada de cualquier bacteria y causar infecciones. Hinchazón, dolor y molestias en la zona de la cutícula en general. De hecho, una de las afecciones más comunes provocadas por la cortada de las cutículas es la paroniquia, o más conocida como uñero.

Cuando la piel que rodea las uñas se traumatiza al morderse o recortarse las cutículas, o al pellizcar los padrastros, pueden entrar bacterias u hongos en la herida. Esto puede causar una infección de la piel que rodea la uña. Los síntomas de una infección pueden ser: Enrojecimiento.

Azúcar y aceite de oliva Combina una cucharadita de azúcar con media de aceite de oliva, y aplica dando un suave masaje; luego deja reposar unos cinco minutos antes de enjuagar con abundante agua. Esta receta además de hidratar, dará a tus cutículas una sana y ligera exfoliación para hacerlas sentir todavía más suaves.

Las tijeras para cutículas son la modificación más elegante de la herramienta, diseñadas exclusivamente para eliminar la piel. Así lo indican las finas hojas curvas, y extremadamente afiladas, hasta las puntas afiladas al máximo.

En el caso de que no tengas un ablandador de cutículas específico, una buena solución casera que es eficaz es aplicar unas gotas de aceite de oliva. Ahora, seca tus manos con delicadeza y aplica una crema hidratante especial para manos sobre las cutículas.

La cutícula desempeña un papel importante al actuar como una barrera que reduce la pérdida de agua y difusión de gases, evita la acumulación de agua y polvo, participa en las interacciones planta-insecto, participa en la traducción de señales para la activación de genes específicos, controla los cambios de temperatura, ...

Concretamente, se habla de una media de 2,5 a 3,5 mm al mes. Por lo que, siguiendo esa regla de tres, en 15 días podrían crecer alrededor de 1,25 a 1,75 mm.

Para ello, coge un bol, añade agua tibia, sumerge tus manos durante 5 minutos y, luego, aplica un poco de ablandador de cutículas justo encima de estas. En el caso de que no tengas un ablandador de cutículas específico, una buena solución casera que es eficaz es aplicar unas gotas de aceite de oliva.

Hidratación diaria

Aplícatelo de lunes a domingo sobre el nacimiento de la uña —completamente limpia, se entiende—, masajéalo con tu otra mano para favorecer la penetración y evita que tus cutículas se sequen proporcionando una profunda nutrición. Eso sí, es fundamental que seas constante en su utilización.

Los alicates de cutículas se utilizan para cortar las pieles que sobresalen alrededor de las uñas. La boca de corte puede presentar diferentes longitudes: 3mm, 5mm o 7mm.

¿En qué consiste la manicura rusa? Desde el punto de vista técnico, la manicura rusa se realiza con torno y consigue una limpieza profunda de la uña quitando totalmente la cutícula. "Utilizando diferentes fresas o brocas, se retira la cutícula suavemente y se aplica el esmalte lo más cerca posible de ésta.

Las cutículas de las uñas actúan como barrera protectora evitando que penetren las bacterias en el interior de la uña, por lo que si se recorta mal o en exceso pueden favorecer la aparición de pequeñas infecciones.

Los aceites son la mejor opción, ya que el aceite de coco o el aceite de oliva son muy buenos para hidratar, solo necesitas masajear con tus dedos una poca cantidad sobre las cutículas y dejar reposar por unos 5 o 10 minutos. También puedes ponerte unos guantes para que, con el calor, sea mejor el efecto.

Entre las principales razones que originan esta lesión, se incluyen la sequedad en la piel y el mal hábito de morderse las uñas. La experta añade que otras posibles causas son la exposición a temperaturas muy frías o ambientes muy secos, así como el contacto continuo con el agua o con productos químicos.

El término pterigión (del griego ptery´gion, aleta), aplicado a la uña, hace referencia a la existencia de tejido fibroso que se extiende desde los tejidos periungueales hasta la uña a la que se adhiere.

En el caso de la gente que se muerde las uñas, muchas veces tienen cutículas muy amplias y que cubren gran parte de la uña, esto es por la acción de la saliva sobre la uña que al corroerla, inmediatamente el cuerpo manda la señal de que se encuentra desprotegida y la cutícula crece ocupando más lugar en nuestra uña.

Las cutículas de las uñas actúan como barrera protectora evitando que penetren las bacterias en el interior de la uña, por lo que si se recorta mal o en exceso pueden favorecer la aparición de pequeñas infecciones.

Protección e Hidratación de la piel, las uñas y la cutícula:

Al quedar la cutícula y la uña lubricada e hidratada, se evita que aparezcan padrastros o pequeños pedazos de piel que pueden llegar a ser muy molestos y dolorosos, grietas o que tus uñas estén quebradizas.

El agua y el bicarbonato son productos para fortalecer las uñas de forma rápida que funcionan muy bien. Y el ajo también ayuda a endurecer las uñas de forma natural. Se puede hacer una mezcla con jugo de limón y bicarbonato, y remojar las uñas unas dos veces al día.

Hidratación diaria

Aplícatelo de lunes a domingo sobre el nacimiento de la uña —completamente limpia, se entiende—, masajéalo con tu otra mano para favorecer la penetración y evita que tus cutículas se sequen proporcionando una profunda nutrición. Eso sí, es fundamental que seas constante en su utilización.

A pesar de esta variabilidad, todas las cutículas están constituidas principalmente de dos tipos de materiales lipofílicos: cutina y ceras cuticulares (Leide et al., 2007; Domínguez et al., 2009).

Las cutículas –como la piel de las manos– también se pueden resecar y rasgar fácilmente. Por ello necesitan mucha hidratación. Hidrata las cutículas regularmente con aceite o crema. Para obtener mejores resultados, hazlo cada vez que te hagas la manicura.

Miel, sábila y aceite de oliva Esta receta es ideal para cutículas muy dañadas, por ser muy reparadora. Necesitarás combinar media cucharada de miel con media cucharada de aceite de oliva y media cucharada de extracto de sábila. Mezcla bien y aplica generosamente sobre tus uñas y cutículas.

Si usted tiene paroniquia bacteriana, remojar la uña con agua tibia 2 o 3 veces al día ayuda a reducir la inflamación y el dolor. Su proveedor puede recetar antibióticos orales. En casos graves, puede cortar y drenar la lesión con un instrumento afilado. Es posible que parte de la uña deba extirparse.

Remoja las manos en vitamina E una vez por semana para ayudar a nutrir las uñas y cutículas. También puedes tomar las cápsulas. Aplica unas gotas de aceite de oliva y deja reposar tus manos para devolverle a tus uñas y cutículas la hidratación perdida.

El calcio y el silicio son buenos suplementos para endurecer las uñas, y también el zinc y la cistina, que facilitan la síntesis de la queratina, un endurecedor natural de uñas. Los podemos tomar en cápsulas que podemos encontrar a la venta en herbolarios y farmacias.

Es la que se encarga de sellar nuestra piel de nuestra uña. Debemos tratarlas para tener las manos con una manicura bonita y mostrar un aspecto presentable hacia los demás.