¿Qué pasa si uso una pasta vencida?

¿Puedes utilizar pasta de dientes caducada? Respuesta corta: sí. La pasta de dientes caducada perderá el sabor y probablemente su capacidad para prevenir las caries.

Si bien es normal que se deteriore con el paso del tiempo, pierda su color o su sabor, sobrepasar el límite de su fecha de consumo no debería suponer un riesgo para la salud, según declara la OCU. Además, la pasta está clasificada como uno de esos alimentos no perecederos como el arroz o las legumbres.

La pasta, de hecho, no caduca inmediatamente y puedes consumirla hasta seis meses después de la fecha de caducidad. Lo mismo ocurre con el arroz. En ambos casos, sin embargo, solo si se ha almacenado correctamente.

La pasta fresca debe ser suave y ligeramente húmeda al tacto, mientras que la pasta seca debe ser dura y quebradiza. Si notas que la pasta tiene una textura pegajosa, viscosa o demasiado blanda, podría ser un signo de que está en mal estado.

«Pasada la fecha de caducidad hay que abstenerse de comer carnes, pescado o queso fresco. El riesgo puede presentarse incluso antes de esa fecha si los alimentos no se han conservado a temperaturas adecuadas.

A nivel nutricional no va a pasar absolutamente nada, debido a que el valor nutricional se conserva a pesar de que quizás huelan raro o se vean distintos. Pasada la fecha de consumo preferente, la calidad del producto puede disminuir, pero en ningún caso esto desencadenará en problemas de salud.

No dejarlas en los mismo empaques, la humedad acelera la descomposición. Las harinas como los fideos y tallarines empacados duran un año. Al abrirlos su tiempo se reduce a 8 meses.

Por su bajo porcentaje de agua, las legumbres secas, como los garbanzos, las judías blancas o las lentejas no caducan, así que su consumo es óptimo varios años después de su compra, señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Arroz blanco

Puedes guardarlo en la despensa, lejos de la luz directa y de la humedad, que mientras no esté cocinado, no va a caducar. Por el contrario, el arroz integral suele durar como máximo unos seis meses, ya que en su composición cuenta con más cantidad de aceite, que provoca que se ponga rancio.

Para conservar estas pastas secas, tan solo tenemos que volver a encajar la pestaña del paquete para cerrarlo y mantener el alimento de su interior en perfectas condiciones. Los envases de pasta deben guardarse en un lugar fresco y seco, mejor si no recibe luz directa.

No, el arroz no tiene una fecha de caducidad. En cambio, suele llevar una fecha de consumo preferente. Esto significa que el arroz puede perder gradualmente su calidad en cuanto a sabor, textura y aroma a medida que pasa el tiempo, pero no representa un riesgo para la salud después de la fecha indicada.

Alimentos potencialmente peligrosos: Son alimentos potencialmente peligrosos los que apoyan el crecimiento rápido de bacterias. Estos alimentos son los que necesitan típicamente ser mantenidos en un refrigerador tales como carnes, productos lácteos, pastas y arros cocinado, sopas, salas, etc.

Si vemos que ha pasado un día de la fecha de caducidad, todavía puedes cocinarlo: lava el alimento y haz un guiso, un estofado, unas albóndigas, carne en salsa, cocido, potaje… de esa forma con una cocción prolongada se eliminan las bacterias patógenas.

La fecha de «caducidad» indica el momento hasta el cual el alimento puede consumirse de forma segura. La fecha de caducidad aparece en productos muy perecederos, como el pescado fresco o la carne picada. Se indica mediante la mención: "Fecha de caducidad..." seguido del día/mes y eventualmente el año.

La pasta debe consumirse entre 3 y 5 días después de haberla introducido en la nevera, según Healthline.

Un alimento caducado

Por tanto, cuando un alimento pasa de la fecha de caducidad indicada en la etiqueta, este deja de ser adecuado para el consumo y no se debe ingerir. Sí se puede consumir hasta el mismo día en el que aparece la fecha.

- Bollos y galletas. Los dulces que se vende envasados en el supermercado y han superado la fecha de consumo preferente pueden estar algo más rancios y secos, pero si los probamos y están bien, no hay problema en que te los comas. Tanto los bollos como las galletas están hechos para que aguanten.

Así, las galletas o el chocolate pueden durar hasta seis meses, si se conservan en un lugar fresco y seco. Otros productos, como el arroz, la pasta, el té o el cacao, también pueden llegar a los seis meses, si se almacenan en un lugar seco y sin luz, igual que las latas y las conservas.

Deja enfriar primero un poco la pasta ya cocida y luego mézclala con un chorrito de aceite de oliva. El aceite hará que puedas separarlos fácilmente unos de otros al descongelarlos. A continuación, introduce la pasta en una bolsa de congelación Ultra-Zip^® de Albal^® y ciérrala herméticamente.

¿Puedo consumirlo, aunque lleve muchos meses o, incluso, años en nuestra despensa? La realidad es que el aceite nunca caduca y siempre es comestible, sin embargo, al ser un producto 100% natural evoluciona con el tiempo y su sabor y propiedades pueden verse mermadas.

Se calcula que un alimento enlatado puede durar entre 2 y 5 años aproximadamente sin perder ninguna de sus propiedades. Una vez superado dicho tiempo, por norma general se pueden consumir sin que esto suponga ningún peligro, pero sus propiedades nutritivas, así como texturas y sabor pueden verse afectados.

Legumbres secas

no tienen caducidad. Están deshidratadas, por lo que pueden durar de manera indefinida. En todo caso, puede aumentar el tiempo necesario de cocción.

Judías, lentejas, etcétera son alimentos que nunca caducan y pueden almacenarse de forma segura en la despensa durante años.

Es por ello que se mantienen en óptimas condiciones aproximadamente un año, pero se aconseja consumirlas antes de los 8 ó 9 meses, ya que con el transcurso del tiempo disminuyen sus características organolépticas y exigen mayor tiempo de cocción.

La sal no tiene fecha de caducidad. Es un producto de origen mineral no perecedero y por sus características microbiológicas está excluido de la obligación de llevar fecha de caducidad.

¿Cuánto tiempo aguanta la pasta cocida en el frigorífico? Según Healthline, la mayoría de las pastas aguantan en el frigorífico entre 3 y 5 días después del momento de cocción.

En general, la pasta fresca casera puede durar hasta 2 días en la nevera, mientras que la pasta seca comprada en la tienda puede durar entre 4 y 5 días. Eso sí, siempre es importante guardarla en un recipiente hermético para que no se contamine con otros alimentos y se mantenga fresca por más tiempo.