¿Qué puede reemplazar al microondas?

Hoy, en los hogares en los que se ha decidido prescindir de microondas, se usan cazos o sartenes pequeñas según las raciones, o bien se recurre al baño maría, al horno convencional o a su nuevo accesorio de bandejas calientaplatos.

Horno de Convección

Es una de las alternativas al microondas por excelencia. Se trata de un sistema que te permite calentar los alimentos sin generar humo, en menor tiempo que los hornos convencionales y ahorrando hasta un 80% de energía.

El horno y el baño maría

Consistirá en meter un recipiente con los ingredientes a cocinar dentro de otro recipiente mayor que contenga agua. Al ponerse en el fuego y tomar calor el agua, dará calor indirecto al contenido del recipiente de menor tamaño, cocinándolo de forma homogénea.

En la cocina: Puedes calentar la comida en una sartén o cazuela a fuego medio-bajo. Agrega un poco de agua o aceite para evitar que la comida se pegue al fondo de la sartén y revuelve ocasionalmente para asegurarte de que se caliente uniformemente.

Utiliza la sartén

Siempre que sea posible utilizar la sartén es una buena opción para calentar comida. Bastará con añadir unas gotas de aceite de oliva, esperar a que se caliente (evitando siempre poner al máximo la temperatura), y poner el alimento en cuestión.

Pero, hablando en general, un horno microondas consume menos energía que una freidora de aire de tamaño medio.

En los últimos años, las freidoras de aire (“air fryers”) han ganado mucha popularidad y han sustituido a la freidora tradicional de aceite, e incluso han impactado la demanda del microondas. Estas freidoras son consideradas una opción más saludable, con la cual no se pierde el sabor ni el olor de las comidas.

Cuando sea la hora de comer, coloca tu tupper en una superficie estable y cerca de una toma de corriente (los hay incluso con toma para el mechero del coche). Conéctalo, pulsa el botón de calentar y tras unos minutos estará listo. Desenchufa tu tupper y ya podrás disfrutar de tu comida.

Estufa de la cocina: Se utiliza una cacerola donde se colocan los alimentos para calentar por completo. La temperatura recomendada aproximada es de 73,9 °C. Es importante mover ocasionalmente lo que se calienta para evitar que se queme y para que todo se mantenga parejo.

-El envase se debe colocar en el centro del plato giratorio del microondas, sin que toque ninguna de las paredes. Si el plato es metálico, debemos de colocar entre el plato y el envase un plato de cristal o de cerámica. -No introducir más de un envase de aluminio en el microondas al mismo tiempo.

Las microondas producen corrientes eléctricas dentro de los metales. Cuando los metales se presentan en forma de, por ejemplo, pequeñas hojas de papel de aluminio, las corrientes eléctricas inducidas son los suficientemente fuertes como para calentarlas y hacer que se fundan o se evaporen en una pequeña explosión.

La mejor manera de calentar la leche humana refrigerada es manteniendo el recipiente de leche bajo agua corriente fría y agregando gradualmente agua más tibia hasta que la leche alcance la temperatura ambiente. Si no hay agua corriente disponible, se puede calentar una cacerola con agua en la estufa.

Sobre la estufa: coloque los alimentos en una cacerola y caliente por completo. Deben alcanzar al menos 165 °F (73.9 °C), al medir con un termómetro para alimentos. En el horno: coloque los alimentos en un horno graduado a una temperatura no menor de 325 °F (162.7 °C).

Volver a calentar una comida

Y la mejor forma de calentarlo es en el fogón, suelen quedar más ricas. Un buen truco para que la comida no se reseque es añadir un poco de agua o un chorrito de aceite. Para recalentar carne, lo mejor es emplear el horno para conservar su sabor y sus cualidades.

Consejos para mantener la comida caliente

Una vez que tu receta esté terminada, coloca el recipiente que contiene la comida dentro de otro lo suficientemente amplio y plano. Agrega agua hirviendo. Prende la llama baja. El agua se mantendrá caliente y evitará que tu plato se enfríe antes de que lo sirvas.

Tomando como referencia un precio medio de la luz a 0,305 €/kWh, concluyeron que este es el gasto económico de usar una freidora de aire el equivalente a hora por semana: 0,21 € cada semana. 0,92 € cada mes.

Esto lo sabemos gracias a los vatios que tiene cada electrodoméstico. Las freidoras de aire suelen tener unos 700 vatios en la mayoría de modelos, mientras que los hornos tienen entre 2000 y 5000 vatios dependiendo del tamaño. De este modo, una airfryer consumirá menos de la mitad.

Las freidoras de aire más pequeñas suelen consumir unos 700 W y los modelos más grandes llegan a los 2.000 W. En cualquier caso, los hornos eléctricos suelen consumir más, entre 2.000 W y 5.000 W (fuente: Tech Radar).

Una freidora de aire es mucho más saludable que una freidora con aceite convencional. Como es bien conocido – y como su propio nombre indica – con la freidora de aire no es necesario usar aceite, ya que su sistema de calentamiento de aire consigue cocinar los alimentos de forma óptima con un 85% menos de grasa.

De acuerdo con lo establecido por la organización, el uso de la freidora de aire podría suponer el riesgo de que se hay un gran riesgo de que se desarrollen compuestos peligrosos como la acrilamida, una sustancia química con la que se produce papel, tintes y plásticos.

¿Cuál es el impacto de la freidora de aire en la salud? En efecto, al no emplear aceite o en el caso de alimentos no grasos, basta con rociar con un spray, las calorías que consumimos son sustancialmente inferiores, por ende, es más saludable que freír de la forma convencional.

Botellines de agua, bandejas o envases de alimentos precocinados,si se calientan o se exponen a una temperatura ambiental elevada corren el riesgo de descomposición del plástico que los recubre y la formación de sustancias indeseables como las dioxinas y otros tóxicos que pueden migrar al alimento.

Según comenta Álvaro, cuando un tupper está caliente también incrementa los grados dentro del electrodoméstico, por lo que “tiene que gastar mucha energía, hacer más esfuerzo para volverse a enfriar”. Al final, es un incorrecto uso del frigorífico, que incluso puede llegar a estropearse con esta práctica.

Además, el experto ha esclarecido que la comida cocinada puede durar hasta una semana en buen estado si se mantiene cerrado en un tupper y bien refrigerado ya que esto puede generar muchas dudas.

Si tapas los alimentos, no solo conseguirás evitar salpicaduras, sino que también podrás condensar el vapor y así estarán listos aun más rápido.

Recalienta en el microondas

Coloca el arroz en un plato apto para microondas y rompe los grumos grandes. Distribuye el arroz en una capa uniforme. Salpica un poco de agua o caldo por encima (unas 2 cucharadas por taza de arroz) y cubre el plato con una hoja de papel absorbente o servilleta húmeda.