¿Qué quiere decir Amos 3 8?

No debemos abusar de privilegios externos, sin especial, la gracia santificante. Las amenazas de la palabra y de la providencia de Dios contra el pecado del hombre son ciertos, y ciertamente demuestran que los juicios de Dios están a la mano.

8 Si ruge el león, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará? 9 Haced pregonar sobre los palacios de Asdod y sobre los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria y ved los muchos tumultos en medio de ella y las opresiones en medio de ella.

(8-8) Amós 3:1-8. Dios no hará cosa alguna sin advertir a sus profetas. Amós habló a todo Israel, a cada uno de las doce familias o tribus. Empleando la metáfora del esposo, el Señor hizo recordar a Israel que El no había elegido a nadie más (véase Amós 3:2; Deuteronomio 7:6).

Amós 3:8 NBV

Cuando el león ruge, todos se asustan; así también cuando el SEÑOR comunica un mensaje, los profetas tienen que comunicarlo.

Todo el pasaje muestra que el mal natural, o problemas, y no el mal moral o pecado, se entiende aquí. La advertencia dada a un mundo descuidado aumentará su condena otro día. ¡Oh, la increíble estupidez de un mundo incrédulo, que no se reparaban los terrores del Señor, y que desprecian sus misericordias!

Los leones machos rugen para mostrar su poder. Los machos líderes también usan sus rugidos para defender su territorio, ahuyentando a los intrusos.

El libro de Amós trata del Dios soberano de la creación y del pacto que anuncia su juicio sobre el Israel desobediente. Sin embargo, también proclama la esperanza de un reino futuro para el pueblo de Dios. En cierto sentido, esto podría describir la mayoría de los libros proféticos del Antiguo Testamento.

El capítulo 3 contiene lo que dijo Amós acerca del Señor y los profetas. Fíjate en sus enseñanzas sobre éstos y también en lo que dijo el Señor que le iba a pasar a Israel si no escuchaba a sus profetas.

Amós 3:3-7 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? ¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Dará el leoncillo su rugido desde su guarida, si no apresare?

La pompa y simpatía de las casas de los hombres, no se fortalecen contra los juicios de Dios, pero hacen sufrimientos tanto más grave y enojoso. Sin embargo, un remanente, según la elección de gracia, estará asegurado por nuestro gran y buen Pastor, a partir de las fauces de la destrucción, en los peores momentos.

El león representa a Marcos porque su Evangelio comienza hablando de San Juan Bautista, que clama en el desierto. Su voz es como la del león, un animal fuerte y noble, como lo será Jesús.

Así, tanto para la tradición judía como para la cristiana, el León de Judá representa la figura del Mesías y, específicamente la religión Cristiana, utiliza el León de Judá para representar a Jesús de Nazaret.

En el libro de Apocalipsis, vemos a Jesús en pie en el centro del trono del cielo. Él es el León y el Cordero. Él es triunfante («ha vencido», 5:5) y sacrificado («fue sacrificado», v. 9).

Este versículo nos enseña en cuanto a la función esencial de los profetas. 7 Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.

Observaciones: Se trata de una paremia de origen bíblico (Mateo 6, 24: Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se entregará a uno y despreciará al otro.

EL LEON DICE ¡GROAR!: SONIDO DE LOS ANIMALES | VV.

Crujir o rechinar, y hacer ruido fuerte.

PALABRAS CLAVE DE AMOS (RV1960): Así ha dicho Jehová (Por tres pecados, y por el cuarto), oíd esta palabra, Israel, Dios, pero (más, con todo), buscar, el día de Jehová, Así me ha mostrado Jehová el Señor.

Amós advirtió a los israelitas que serían destruidos si no se arrepentían. Profetizó que, debido a que los israelitas habían rechazado a los profetas del Señor, el Señor retiraría a los profetas de entre ellos. Amós también advirtió a las naciones que colindaban con Israel y Judá que también serían destruidas.

CINCO VISIONES PROFÉTICAS (7.1–9.10) En ellas el juicio de Dios aparece representado con distintas figuras simbólicas: la plaga de langostas (7.1), el fuego abrasador (7.4), la plomada de albañil (7.7), la cesta de fruta madura (8.1) y el desmoronamiento del santuario (9.1).

Mateo 18:19-20 LBLA

Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

La frase quiere decir que nadie es reconocido en su propia tierra, en el lugar donde a uno lo conocen, o por lo menos donde tienen alguna referencia importante. La expresión apunta que es muy difícil predicar en el propio ámbito de pertenencia, sea éste el pueblo de origen, el país, el lugar de trabajo o la familia.

Cuando Jesucristo cabalgó para entrar en Jerusalén, cumplió una profecía que pronunció el profeta Zacarías cientos de años antes. Explique que Zacarías 9:9 habla sobre la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén y que es una de las profecías de la Biblia que más se cita sobre el Mesías.

La 'oveja' representa a los seguidores y creyentes de Dios, y el 'Cordero' representa a Jesús.

Representan la fuerza, la justicia y el valor. Por esa razón sus representaciones están presentes en el trono del Rey Salomón, con un león a cada lado, según el relato bíblico. En virtud de su fortaleza y arrojo, se considera a los leones dotados de poderes protectores frente a las influencias malignas.

Allí están, esculpidas en las cuatro esquinas de la entrada principal, cada una con su propio símbolo: un hombre (o un ángel) para San Mateo, un buey para San Lucas, un león para San Marcos y un águila para San Juan.