¿Qué quiere decir Wittgenstein con la frase de lo que no se puede hablar hay que callar?

Sin embargo, cuando el filósofo Ludwig Wittgenstein nos invita a callar respecto «de lo que no se puede hablar», no se refiere a las opiniones que no se apoyan en el conocimiento de los expertos: sugiere que hay cosas, como la muerte o la nada, que no pueden articularse con sentido, que no se pueden conocer.

El título de este trabajo, retomando un aforismo de Wittgenstein, hace referencia a que se ha preferido callar antes de abordar esos aspectos que no pueden ser explicados por las herramientas metodológicas y teóricas que hasta el momento ha desarrollado el pensamiento occidental.

Wittgenstein afirma que el mundo es “todo lo que es el caso”, que se enmarca en la totalidad de los hechos, en todo lo que acontece. Y esos hechos no son necesarios; la realidad es como es, pero podría ser de otra manera. Pero esa aleatoriedad de lo real no significa que el mundo carezca de lógica.

Porque para Ludwig Wittgenstein, sobre todo lo demás, el lenguaje era un juego entre seres humanos; un juego social y sujeto a reglas de silencio, ya que, de lo que no se puede hablar, mejor es callarse. Es lo que dejó dicho con la solemnidad de un místico en el último aforismo del Tractatus.

Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo, esta es la base del llamado solipsismo wittgenstiano. Está claro que si el lenguaje retrata sólo los hechos, y por otro lado el mundo es el conjunto de los hechos, los límites de lenguaje y mundo coincidirían necesariamente.

Significado: No siempre el silencio de alguien equivale a prudencia o discreción.

Esta es una verdad muy simple: “Mantenerse callado es una valiosa habilidad en los negocios, en las relaciones personales y realmente en todas las áreas de la vida”. El estar callado de vez en cuando, dará la apariencia de ser más inteligente y tener mayor confianza.

Sin embargo, cuando el filósofo Ludwig Wittgenstein nos invita a callar respecto «de lo que no se puede hablar», no se refiere a las opiniones que no se apoyan en el conocimiento de los expertos: sugiere que hay cosas, como la muerte o la nada, que no pueden articularse con sentido, que no se pueden conocer.

En lugar de creer que había algún tipo de lógica omnipotente y separada en el mundo, independiente de lo que observamos, Wittgenstein dio un paso atrás y argumentó, en cambio, que el mundo que vemos está definido y le da significado a las palabras que elegimos . En resumen, el mundo es lo que hacemos de él”.

Wittgenstein defiende que ni el sentido, ni el valor intrínseco de las palabras pueden establecerse al margen de la realidad cotidiana del lenguaje. Wittgenstein también analiza cuidadosamente las diferencias funcionales semióticas de los signos lingüísticos.

Siempre hay que hablar, pero de una forma educada, empática porque es ahí como el resto te toma atención, y se genera un debate, y no una discusión. De callar nunca te arrepentirás, solo cuando debas defender a alguien por el abuso de otros, entonces si debes hablar o te arrepentirás de no haberlo hecho.

El silencio crea un entorno propicio para la atención y la concentración, lo que le permite realizar tareas de forma más eficaz . Una de las principales razones por las que el silencio se ha convertido en una parte importante de la vida cotidiana es la capacidad de concentrarse mientras el mundo moderno y sus diversos ruidos ingresan a su cerebro al mismo tiempo.

Significado: Recrimina al indiscreto, a quien no sabe cuándo es el momento en que debe permanecer callado.

Como también dijo Heidegger: “Sólo hay mundo donde hay lenguaje”. Es decir, lo que para nosotros es “lo real” no existiría si no fuera por el lenguaje. Como el lenguaje nos parece tan “natural” no nos damos cuenta de su enorme complejidad estructural.

La concepción del lenguaje de Wittgenstein como la condición de posibilidad del pensamiento y del ejercicio filosófico constituye las dos caras de una moneda. De una parte, el lenguaje nos permite ejercer el pensamiento y, por otra, nos condena indefectiblemente a las interferencias y los errores que le son propios.

«Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo». Este aforismo del filósofo Ludwig Wittgenstein guarda una gran verdad. Con nuestras formas de expresión no solo decimos cosas, sino que nos relacionamos con el mundo y con los demás.

El silencio ayuda a descubrir tu verdadero yo a medida que tu enfoque cambia de las palabras a pensamientos internos que quizás ni siquiera sabías que existían. Porque cuando entramos en silencio, tenemos el desafío de mirar profundamente dentro y salir con las palabras únicas de nuestra mente. El silencio me ha enseñado una verdad más profunda que las palabras.

La sabiduría muchas veces se expresa mejor en el silencio que en las palabras . Porque, como nos recuerda el sabio Salomón: “Hasta el necio, cuando calla, es considerado sabio; Cuando cierra sus labios, es considerado prudente” (Proverbios 17:28).

Hay tanta actividad mental dentro de ellos, conversación, diálogo consigo mismo, investigación y discusión interna en busca de respuestas, que naturalmente se calman . Su tranquilidad no debe confundirse con la soledad, la depresión, la melancolía, la tristeza, el estar en blanco o mudo.

El trato silencioso pone al hombre en una mayor anticipación . Demuestra que no tienes miedo de un poco de distancia o de una ruptura en una relación. Él no sabe tu paradero ni cómo te sientes. Como resultado, se da cuenta de lo que ha perdido.

Tu silencio puede solucionar problemas que estás intentando solucionar con la batalla verbal . Puedes crear un lugar para ti en el corazón de alguien si realmente sabes estar tranquilo. En un mundo profesional, su silencio y su capacidad de escuchar pueden hacerlo mucho más seguro y creíble.

Practicar el silencio en algunos momentos del día puede ayudarle a descansar mejor durante la noche . "El silencio y los períodos de calma estimulan el crecimiento del cerebro y alivian la tensión, lo que puede dar como resultado una mayor sensación de bienestar, ya que las personas pueden sentirse más relajadas en general", dice Prunty. "Cuando esto ocurre, la calidad del sueño mejora".

De lo que no podemos hablar debemos guardar silencio. (Ludwig Wittgenstein)

Wittgenstein considera al lenguaje una actividad reglada cuyas normas adquieren significado a partir de la propia actividad. Toda práctica lingüística implica, pues, la aplicación de reglas que nos permiten determinar ese "saber actuar".

Publicó el Tractatus logico-philosophicus,​ que influyó en gran medida a los positivistas lógicos del Círculo de Viena,​ movimiento del que nunca se consideró miembro.

Ludwig Wittgenstein fue uno de los filósofos más importantes del siglo XX . Hubo pocos campos filosóficos que el genio británico-austriaco no tocó; trabajó con la lógica, las matemáticas, la ética, la mente y, más notablemente, revolucionó la forma en que entendemos el lenguaje.

El propio Wittgenstein fue bautizado en una iglesia católica y recibió un entierro católico, aunque entre el bautismo y el entierro no fue católico practicante ni creyente.