¿Que se come con Lambrusco?

El lambrusco combina a la perfección con primeros platos, como las pastas rellenas, la lasaña, el risotto o las pastas secas en general. En invierno, hace maridaje perfecto con guisos de carne o con asados, así como con legumbres tan tradicionales en Italia como las lentejas. En verano, ¡recuerda que se sirve frío!

Si lo que buscas es un vino para acompañar un mole rojo o unos tamales, Riunite® Lambrusco Tinto podría ser una gran opción. También es ideal para acompañar una pasta con tomates o carnes frías, o incluso, un ate con queso o pastel de chocolate.

Con qué aperitivos se acompaña el vino tinto

Vino tinto, mejor con los platos de sabores más fuertes

Por ejemplo, con las carnes rojas, el cocido o los platos de legumbres. Aunque también combina bien con ciertos pescados y platos más ligeros.

El vino tinto se suele asociar a las carnes, por su sabor, aroma y estructura. El vino blanco se sirve frecuentemente para acompañar pescados y mariscos. También pastas, arroces… El vino rosado es perfecto para aperitivos, mariscos, vegetales, huevos y arroces.

El lambrusco podría definirse como la sonrisa del vino italiano y de la región de Emilia-Romagna. Es un vino tinto, pero ligero. Es un vino con aguja (frizzante), a veces espumoso, pero siempre con burbujas y a un precio sorprendente.

Durante mucho tiempo, el lambrusco se consideró sinónimo de vino de mala calidad. Aunque no es una etiqueta noble, un buen ejemplo de esta variedad tiene cualidades como ligereza, bajo contenido en azúcar, destacada acidez y un fuerte aroma a frutos rojos.

Los ocho mejores aperitivos para una degustación de vino y por qué

Pero como sabemos existen muchas variedades de esta fruta; por ejemplo, las aceitunas de sabor más fuerte van con vinos tintos como un Merlot y por su parte las aceitunas que son de un color verde claro, se combinan mejor con vinos blancos más ligeros como un Sauvignon Blanc.

El aperitivo consiste en pequeñas cantidades de comida cuya finalidad es más provocar apetito que saciar, por lo que las raciones suelen ser pequeñas:

Al momento de acompañar carne asada con vino tinto te aconsejamos que la acompañes con Syrah, Malbec o Carmenere si se trata de carne de res a la parrilla. Mientras que la carne de ternera combina a la perfección con Merlot. En caso que sea carne de ave a la parrilla, te sugerimos los tintos ligeros como el Pinot Noir.

En general, vinos blancos frescos y crujientes, rosados o tintos de cuerpo medio o ligero, se consideran las mejores alternativas. Lo importante es evitar vinos con mucho cuerpo, ya que sus taninos chocarán incluso con una gota de jugo de limón, uno de los ingredientes más comunes que se añade a los pescados.

Para maximizar los sabores de un vino tinto dulce, debe combinarse de buena forma con las diversas comidas que se consumen diariamente, tales como:

Gracias a los aromas florales y de bayas este vino suele ir muy bien con quesos de corteza natural. De esta forma, los que mejor combinan con un vino tinto Pinot Noir son: Parmesano, Camembert, Brie, Gruyere, Swiss y Muenster.

Vino blanco: la opción más deseada

Las comidas con el pollo suave y cremoso casan muy bien con vinos de variedad Chardonnay, por su sabor mantecoso, mientras que el Sauvignon Blanc es ideal para que se maride con un pollo preparado con especias como romero, tomillo o platos con cítricos.

Lambrusco Riunite | El lambrusco mejor en el mundo.

El lambrusco es un vino espumoso que procede de Italia, pero no es solo el nombre del producto final. Lambrusco también hace referencia al tipo de uva tinta que se utiliza en su proceso de creación.

¡Llévatelo Ahora! Ideal para acompañar con pizzas y postres, tiene un aroma afrutado, recuerda a bayas y mermeladas, y un sabor afrutado dulce.

Por lo general son semidulces, tienen alrededor de un 10% de graduación alcohólica y se los promociona como un producto «fácil de beber».

Un vino dulce va bien con comidas dulces, reforzando ambos los sabores. También puede ir bien con comidas ligeramente saladas. Un vino tánico (tinto, con sabor fuerte y seco en boca) va bien con comidas muy proteicas y grasas.

Por ello, para evitar tener una mala experiencia al mezclar tinto y pescados, mariscos o carnes blancas, selecciona un vino blanco suave como, por ejemplo, un Sauvignon Blanc, un Albariño o un Torrontés.

El clásico entre los clásicos: Martini

En su forma más clásica, este cocktail se prepara con ginebra y vermut seco y se acompaña generalmente de una o de varias aceitunas verdes.

Vino blanco: ¿con qué se puede acompañar?

Un vino fresco y ácido es ideal para las frituras

Cuando se trata de frituras, la mejor regla a seguir es elegir un vino fresco y ácido que limpie el paladar y equilibre los sentidos. Gracias a su fuerte acidez pueden equilibrar la grasa y el sabor que caracterizan a la fritura.

Se recomienda tomar los aperitivos con carnes frías, aceitunas, quesos e incluso con crudités acompañados de algún aderezo. Dentro de los aperitivos mas famosos podemos encontrar desde el Vermut, Jerez, Oporto, Campari, Bitters o Amargos, Madeira hasta el tequila, mezcal, cerveza, sangría, o bien un vino blanco.