¿Que se puede cultivar en el suelo arcilloso?

Las plantas de la familia brasicàceas, como es el caso del brócoli, la coliflor o el repollo, se dan de maravilla en este tipo de suelo. Árboles frutales, como el manzano, peral, avellano, laurel, cerezo, chirimoya, membrillo y grosellero.

¿Qué plantas para suelo arcilloso son las más adecuadas?

Suelos arcillosos:

En los suelos arcillosos se adaptan casi sin ningún problema cualquier planta o cultivo. Los suelos arcillosos son ricos y fértiles, ya que retienen gran cantidad de nutrientes. Os aconsejamos aplicar materia orgánica para mejorar más su riqueza y conseguir un suelo más suelto y esponjoso.

Las mejores verduras para suelo arcilloso

La lechuga, las acelgas, las judías verdes y otros cultivos con raíces poco profundas se benefician de la capacidad del suelo arcilloso para retener la humedad, y el brócoli, las coles de Bruselas y el repollo a menudo crecen mejor en suelos arcillosos que en suelos francos más sueltos porque sus raíces disfrutan de un anclaje firme.

En su lugar, recurra a materia orgánica, como abono, moho de las hojas y estiércol bien descompuesto . La materia orgánica es la mejor manera de modificar el suelo arcilloso: aclara la textura del suelo, evita la compactación, agrega nutrientes, mejora el drenaje y la aireación, modera la temperatura del suelo y proporciona espacio poroso, esencial para el crecimiento de las plantas.

Otras opciones para suelos arcillosos incluyen berberis o pyracantha para setos defensivos, cotoneaster con sus flores y bayas, weigela y membrillo en flor tanto para flores como para frutos. Para árboles que crecen bien en suelos arcillosos, no busque más que las variedades de abedul y eucalipto.

Un suelo se considera arcilloso (de manera generalizada) cuando la cantidad de arcilla que contiene supera el 25 %.

¿Cuáles son las desventajas del suelo arcilloso? El suelo arcilloso puede ser muy pesado y difícil de trabajar, especialmente cuando está mojado . Además, este es el caso frecuente debido a que este suelo a menudo sufre de un drenaje deficiente. El suelo arcilloso también se puede compactar fácilmente, por lo que conviene evitar caminar sobre él siempre que sea posible.

La lechuga, las acelgas, las judías verdes y otros cultivos con raíces poco profundas se benefician de la capacidad del suelo arcilloso para retener la humedad , y el brócoli, las coles de Bruselas y el repollo a menudo crecen mejor en suelos arcillosos que en suelos francos más sueltos porque sus raíces disfrutan de un anclaje firme.

Lo bueno y lo malo de la arcilla

Retienen más agua que los suelos arenosos y suelen tener un alto contenido de nutrientes que las plantas necesitan . Pero los suelos arcillosos pueden volverse tan anegados que privan de oxígeno a las raíces de las plantas, o tan secos que se vuelven demasiado difíciles para excavar. Para determinar cuánta arcilla hay en su suelo, palpe el suelo.

Los suelos de tierra negra o humíferos son beneficiosos para sembrar. Son tierras muy fértiles porque están compuestas de microorganismos que retienen los nutrientes y la humedad. Por este motivo, su aspecto tiene un color oscuro.

Los suelos limo-arenosos son los óptimos para la producción de hortalizas por su buen drenaje; sin embargo, puedes sembrar en una amplia variedad de suelos, pero evita los que sean muy arcillosos, o suelos pesados, por su mala aireación y drenaje.

Suelos limosos

Son más fáciles de cultivar que los arenosos y arcillosos, ya que combina las ventajas de ambos suelos, pero sin tener sus desventajas. En los suelos limosos se pueden plantar la mayoría de cultivos y obtener un rendimiento muy alto, excepto los que necesitan condiciones secas para poder desarrollarse.

Un suelo arcilloso o uno limoso tienen más capacidad de reterner agua por lo que los cultivos no necesitan ser irrigados con mucha frecuencia. Como los suelos compactos reducen el espacio poroso para el agua y el aire tienen muy baja o menos capacidad de retener el agua.

Modificar el suelo adecuadamente puede superar la arcilla pesada y compactada y volver a encarrilarlo para un crecimiento saludable del césped y el jardín. Agregar materiales como abono orgánico, corteza de pino, hojas abonadas y yeso a la arcilla pesada puede mejorar su estructura y ayudar a eliminar los problemas de drenaje y compactación.

En suelos arcillosos, regar hasta la capacidad de campo y no volver a regar hasta un 30% de la misma. Esto nos permite riegos abundantes y espaciados en el tiempo. En suelos arenosos los riegos deben ser frecuentes y de poca cantidad, todo lo contrario a los suelos arcillosos.

Algunas de las mejores plantas de hoja perenne para suelos arcillosos son Cotoneaster, Escallonia, Euonymus, Gaultheria, Mahonia, Pyracantha y Vinca . Estas variedades ayudarán a proporcionar estructura y forma a sus bordes durante todo el año, incluso en los suelos más pesados.

Lo mejor es el uso de pulvimezclador o ratabator. Importante la aplicación de suficiente agua para la activación de los iones calcio, lograr la reacción con las arcillas y la formación de silicatos de calcio. Compactación: La mezcla se compacta por medio de compactadoras neumáticas o apisonadoras.

La ceniza de madera puede ser un aditivo útil para cualquier suelo, porque proporciona potasio y un macronutriente esencial para las plantas. Sin embargo, cuando se concentra específicamente en suelos arcillosos, la ceniza de madera no será útil más que el efecto fertilizante de potasio .

Suelo arcilloso

Lo encontramos principalmente en las cuencas del Ebro y del Guadalquivir, las cuencas sedimentarias de la meseta norte y sur, y también en las zonas costeras del Mediterrrano. En general, en zonas hundidas y húmedas.

Los suelos arcillosos presentan un color del suelo con tonos rojos o anaranjados. Son suelos ricos en materia orgánica. Se caracterizan por su capacidad de retener el agua, la humedad y los nutrientes.

Los suelos arcillosos pueden ser de color marrón rojizo o marrón más oscuro y brillantes cuando están mojados . Los suelos arcillosos tienen el tamaño de partícula más pequeño de los suelos, por lo que tienen una textura tan fina y se compactan tan fácilmente. Los suelos limosos tienen una textura más suave y resbaladiza, similar a la arcilla, pero no se pegan como lo hace la arcilla.

Por ejemplo, muchos suelos contienen una cantidad relativamente baja de arcilla en la capa superficial, una cantidad mayor entre profundidades de 25 a 75 centímetros (10 a 30 pulgadas) y una cantidad menor por debajo de una profundidad de 100 centímetros (40 pulgadas).

Los suelos arcillosos son pesados, no drenan ni se secan fácilmente y contienen buenas reservas de nutrientes. Los suelos arcillosos son fértiles, pero difíciles de trabajar cuando están muy secos (FAO, 2019).

Los suelos alcalinos son suelos arcillosos con pH elevado (>9), estructura pobre y densa, baja capacidad de infiltración y lenta permeabilidad. Poseen a menudo una capa calcárea compacta a una profundidad de 0.5 - 1 m (en la India llamada kankar). Son difíciles de cultivar para la agricultura.

Molisoles. Son suelos de color oscuro, que tienen la capacidad de drenar bien. Son los más fértiles del país. Ideales para la agricultura.

Las flores se benefician de los suelos que contienen materiales orgánicos como turba para permitir un drenaje adecuado. Agregar abono al suelo puede ayudar a compensar cualquier escasez en el suelo nativo. Los suelos más ligeros dan a las raíces de las flores espacio para crecer, extenderse y anclarse.