¿Qué se puede hacer para mejorar el EBITDA?

Un EBITDA alto muestra que la empresa está en pleno crecimiento y sigue aumentando su rendimiento. Esto supone una garantía para aquellos que desean invertir en ese negocio. Por el contrario, un EBITDA bajo refleja que la compañía está perdiendo valor.

Si el EBITDA de una empresa aumenta, indica una mejora en la rentabilidad operativa antes de considerar intereses, impuestos, depreciación y amortización.

Con el EBITDA, las empresas pueden revisar su rendimiento financiero de manera integral, lo que significa que pueden detectar problemas, como una tasa de gastos demasiado alta, fugarla de efectivo o una caída en los ingresos, antes de que alcancen niveles alarmantes.

Mejorar los procesos de gestión de inventarios para aumentar el EBITDA

La gestión adecuada del inventario es esencial para reducir los costos de mantenimiento (como el almacenamiento o el seguro), minimizar la posibilidad de que se produzcan desabastecimientos y aumentar la eficiencia operativa, todo lo cual ayudará a aumentar su EBITDA.

Un buen margen EBITDA es relativo porque depende de la industria de la empresa, pero generalmente se considera bueno un margen EBITDA del 10% o más . Naturalmente, un margen más alto implica menores gastos operativos en relación con los ingresos totales, mientras que un margen bajo o por debajo del promedio indica problemas con el flujo de caja y la rentabilidad.

Un margen EBITDA del 10 % o más suele considerarse bueno , ya que las empresas que cotizan en el S&P 500 generalmente tienen márgenes EBITDA más altos, entre el 11 % y el 14 %. Por supuesto, puede revisar las declaraciones de EBITDA de sus competidores si están disponibles, ya sea que proporcionen una cifra de EBITDA completa o un porcentaje de margen de EBITDA.

La razón por la que estas cuestiones son importantes es que el EBITDA elimina los gastos reales en los que una empresa realmente debe gastar capital (por ejemplo, gastos por intereses, impuestos, depreciación y amortización). Como resultado, utilizar el EBITDA como métrica de rentabilidad independiente puede resultar engañoso, especialmente para empresas con uso intensivo de capital.

Qué sucede si el resultado de EBITDA es negativo

Si el EBITDA da un número negativo, quiere decir que la empresa no es rentable, ya que su resultado bruto de explotación es negativo incluso antes de hacer frente a intereses, impuestos y gastos de amortización.

El EBITDA se considera un indicador más confiable de la eficiencia operativa y la solidez financiera de una empresa, porque permite a los inversores centrarse en la rentabilidad base de una empresa sin tener en cuenta los gastos de capital en la evaluación .

Para que el margen ebitda sea alto, el ebitda debe ser alto en relación al volumen de negocio. Es decir, que los costes considerados deben ser comparativamente bajos. Esta es exactamente la razón por la que el margen ebitda es considerado como una forma de medir el impacto del ahorro sobre los costes operativos.

Un EBITDA positivo significa que la empresa es rentable a nivel operativo. Es decir, que vende sus productos por encima de su coste de fabricación. Por el contrario, un EBITDA negativo significa que la empresa está enfrentando algunas dificultades operativas o que está mal administrada.

Debido a que el margen ignora los impactos de factores no operativos como gastos por intereses, impuestos o activos intangibles, el resultado es una métrica que refleja más exactamente la rentabilidad operativa de una empresa . Por lo tanto, muchos analistas e inversores utilizan el EBITDA por encima de otras métricas al realizar análisis financieros.

Algunas palancas, como la previsión, la subcontratación de almacenes, la gestión inteligente de inventario y la optimización de rutas , son posibles ganancias rápidas y generan resultados de EBITDA durante el primer año.

Por otra parte, si el EBITDA es negativo, indica que la empresa no es rentable, y que muy posiblemente sea incapaz de hacer frente a deudas e impuestos, por lo que se deberá trazar una proyección financiera que permita mejorar sus resultados.

No es necesario incluir el EBITDA en un estado de resultados, pero si lo fuera, aparecería unas líneas debajo de la partida de ingresos. La cifra de EBITDA de una empresa siempre será inferior a su cifra de ingresos , ya que de ella se deducen ciertos gastos operativos.

Múltiplos EBITDA

Los siguientes son algunos múltiplos de valoración comunes para pequeñas empresas: Comercio minorista: 0,5 – 1,5 veces el EBITDA . Restaurantes: 0,5 – 2,0 veces EBITDA. Manufactura: 0,5 – 3,0 veces EBITDA.

En este caso, si tenemos otra empresa del mismo sector, y conocemos su EBITDA, podemos hacer una aproximación a su valor multiplicando por 7 su último EBITDA obtenido.

No, los gastos de capital se relacionan con la compra de activos físicos/equipos para el negocio. El costo se capitaliza en PP&E y luego se deprecia durante la vida útil del activo. Dado que los gastos de depreciación se suman a los ingresos netos para calcular el EBITDA, se excluyen los gastos de capital .

El cálculo del EBITDA excluye deliberadamente partidas que no son en efectivo, es decir, depreciación y amortización, ya que el reconocimiento de esos gastos en el estado de resultados preparado según los PCGA de EE. UU. debe cumplir con las normas de informes contables en valores devengados .

El EBITDA es una métrica clave utilizada por adquirentes, banqueros de inversión, analistas financieros, contadores y muchos otros para desarrollar una perspectiva sobre el desempeño y la rentabilidad de la empresa, una idea del potencial de flujo de efectivo de una empresa y un punto de referencia útil para evaluar y suscribir el riesgo de crecimiento esperado y...

La fórmula quedaría así: EBITDA= EBIT + gastos de depreciación + gastos de amortización. Por tanto, el EBITDA, por si solo, no dice nada de la verdadera situación financiera de la empresa. Debido a que se agregan las depreciaciones y amortizaciones, éste se aproxima al concepto de un flujo de caja operativo.

Mejor medida del flujo de caja

Dado que el EBITDA muestra los ingresos antes de los gastos no monetarios (gastos como la depreciación y la amortización que se registran en un estado de resultados sin que el efectivo cambie de manos), es un mejor indicador que el ingreso neto de la capacidad de una empresa para generar efectivo.

El EBITDA debe cubrir la caja para: pagar impuestos, apoyar inversiones, cubrir servicio de la deuda y repartir utilidades. Entonces el EBITDA es la utilidad de gestión.

En cualquier caso, si obtenemos un ratio alto del EBITDA sobre ventas podremos traducirlo como un bien síntoma de que la compañía tiene margen para crecer. Mientras que si el resultado es negativo o bajo, puede que esa compañía no sea una buena opción de inversión por los problemas financieros que pueden darse.

Un margen EBITDA bajo indica que una empresa tiene problemas de rentabilidad y problemas de flujo de caja . Un alto margen EBITDA sugiere que las ganancias de la empresa son estables.

Al determinar un porcentaje del EBITDA frente a los ingresos generales de su empresa, este margen da una indicación de cuánta ganancia en efectivo obtiene una empresa en un solo año . Si su empresa tiene un margen mayor que otra, es probable que un comprador profesional vea un mayor potencial de crecimiento en la suya.