¿Qué sucede en la colmena en verano?

Cuando hace calor, algunos grupos de abejas obreras se colocan cerca de la entrada de la colmena y empiezan a batir las alas para producir movimiento de aire. Al hacerlo, son capaces de expulsar el aire caliente y agotado del interior, sustituyéndolo por aire exterior más fresco.

Las abejas de verano deben completar también el trabajo de preparación y almacenamiento de alimento. Con buenas condiciones generales (polen y alimento para abejas de ambrosia®), las larvas nadan en su propia jalea. A partir de septiembre, ya no se puede expandir el nido de cría mediante la alimentación.

El calor extremo provoca sequía, incendios, evaporación de nectarios y afectan la postura de la reina Apis mellifera. Para algunos apicultores, la conclusión de un año colocado bajo el signo de la calamidad y que pone en riesgo la supervivencia de sus abejas y acecha implacable los hábitats.

¿Habíais escuchado hablar antes del “racimo”? El “racimo” es nuestra manera de protegernos del frío. Con la llegada del invierno a todas las abejas de la colmena nos encanta juntarnos en la zona central del panal para así darnos calor, ¡y estar mucho más calentitas!

¿Qué pasa en la colmena en invierno? Esta fase puede durar entre tres y seis meses, generalmente comienza al final de los flujos de miel. Entonces la actividad se reduce considerablemente, la reina deja de poner huevos y la colonia se llena en racimos.

Cuando hace calor, algunos grupos de abejas obreras se colocan cerca de la entrada de la colmena y empiezan a batir las alas para producir movimiento de aire.

Las que nacen en los meses de primavera o verano suelen vivir entre 6 y 7 semanas ya que tienen una vida muy ocupada. Los zánganos, las abejas macho de la colmena, tienen una esperanza de vida de alrededor de 3 meses que suele coincidir con los meses más activos de la colmena.

Para mantener la temperatura necesaria, las abejas del interior del racimo generan calor, con el objetivo de que la temperatura en ese punto sea de entre 25 y 35 grados. Por su parte, las abejas de la superficie hacen una capa aislante de entre 2,5 y 7,5 cm, manteniéndose a una temperatura de entre 6 y 9 grados.

Las abejas necesitan una temperatura superior a 10ºC para sobrevivir y el clima, en muchas partes del país, durante esta época puede bajar de los cero grados. Por eso, durante los meses de invierno nuestras abejas hibernan dentro del panal para sobrevivir y cuidar de la reina.

Con niebla, lluvia o temperaturas extremas, las abejas no salen de la colmena, esto significa que cuando se avecinan estos fenómenos meteorológicos las abejas aumentan su actividad exterior para recolectar alimento.

Durante todo el proceso de deshidratación del néctar, la pérdida de humedad es aprovechada por las abejas para refrigerar la colmena, creando corrientes de aire entre los panales por cientos de “abejas ventiladoras”, que moviendo velozmente sus alas consiguen bajar la temperatura interior de la colmena en más de 15 ...

Aquellos días en que las colmenas se calientan en mayores temperaturas, hay parte de las abejas especializadas que se encargan de suministrar agua para enfriar la colonia. Estas abejas especializadas, llenan sus estómagos de agua, vuelan de vuelta a casa y cuando llegan, expulsan el líquido que han estado guardando.

Las abejas pueden abanicar sus alas para crear corrientes de aire, enfriando la colmena o evaporando la humedad del néctar. La circulación en invierno es impulsada por el calor del grupo, mientras que en verano es impulsada por la diferencia de temperatura entre el nido de cría y el resto de la colmena.

Cuando las abejas van en busca de comida, se alejan de la colmena para encontrar una fuente que les permita abastecerse de néctar y polen.

Aproximadamente para los meses de septiembre y octubre se comienza a visualizar más abejas a nuestro alrededor, debido a la suba de las temperaturas y una mayor oferta en cantidad y variedad de alimentos a ellas abejas.

Las abejas necesitan una temperatura superior a 10ºC para sobrevivir y el clima, en muchas partes del país, durante esta época puede bajar de los cero grados. Por eso, durante los meses de invierno nuestras abejas hibernan dentro del panal para sobrevivir y cuidar de la reina.

Las abejas duermen de forma distinta

Trabajan tomando siestas cortas durante el día y la noche. Pero cuando empiezan a trabajar afuera como abejas forrajeras su ciclo de sueño cambia. Trabajan de día y duermen toda la noche como nosotros.

¿Se ha preguntado donde las abejas se van a dormir por la noche? Si se echa un vistazo en su jardín temprano en la mañana verá algunas especies que duermen en las flores! Abejas macho no tienen un nido para ir a casa, por eso algunos encuentran una flor cómoda para descansar.

También duermen en las flores que se cierran por la noche, como la amapola de CA (Eschscholzia californica), la cual probablemente las mantiene a salvo de los depredadores. Tan pronto como el día comienza a calentarse las abejas comienzan su agitación y de nuevo comienzan su busca para las hembras para aparearse con.

Las abejas obreras tardan 21 días en convertirse en insectos adultos, y tan solo viven trabajando unos 45 días en épocas de fuerte floración. Solo en la última parte de esos días irá a recoger néctar, polen, agua, resinas para propóleos y mielatos.

El tiempo que están posados puede ser desde unas horas hasta 2 o 3 días”. Mientras permanecen en la primera estación, lo que hace el enjambre es salir a explorar otros lugares que no las deje expuestas a la intemperie, es decir lugares, huecos, que les brinde protección.

Si muere, las obreras crean una nueva abeja reina alimentando a una de las obreras con una dieta especial, la jalea real.

Una única colmena de abejas tiene aproximadamente de 30 000 a 80 000 y, de ellas, casi todas son abejas obreras. Esto significa que son hembras más pequeñas que la reina y que no pueden reproducirse.

Por lo general, los insectos como las abejas y las avispas no son agresivos y solo pican en defensa propia. En la mayoría de los casos, una persona sufre una o quizás algunas picaduras. En algunos casos, una persona ataca una colmena o enjambre de abejas y sufre múltiples picaduras.

Lo más normal es que si vemos a una abeja entrar zumbando a nuestra casa abramos rápidamente las puertas y ventanas para ahuyentarlas. Sin embargo, para otras culturas, la entrada de una abeja en el interior del hogar es símbolo de un buena fortuna y una señal de esperanza y buena suerte.

Si la colmena está en la sombra en lugares de poca ventilación y alta concentración de humedad la combinación es explosiva, derivando en una permanente situación de estrés de la colonia y un ambiente muy favorable para el desarrollo de algunas enfermedades. Otro elemento imprescindible para la supervivencia es el agua.

Cultivar verduras como habas, col, pepinos, zanahorias y cebollas es bueno para ti y para las abejas. Las plantas medicinales como la borraja y la caléndula también atraen a numerosos insectos con sus flores llenas de néctar.