¿Qué tan común es el TEA?

Se calcula que, en todo el mundo, uno de cada 100 niños tiene autismo(1). Esta estimación representa una cifra media, pues la prevalencia observada varía considerablemente entre los distintos estudios. No obstante, en algunos estudios bien controlados se han registrado cifras notablemente mayores.

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, 1 de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista -TEA. Esta estimación representa una cifra media, pues la prevalencia observada varía considerablemente entre las distintas investigaciones.

En el ámbito genético se consideran que el crecimiento de la población TEA se debe a la calidad de los genes que transmitimos a nuestros hijos/as. A diferencia de épocas anteriores, en la actualidad generamos poca descendencia, engendrando con una edad mucho más avanzada que antiguamente.

Según la OMS, se calcula que en el mundo 1 de cada 160 niños (0,625%) tiene un TEA. Estudios en el Reino Unido sitúan el porcentaje de niños y adolescentes con TEA, en alrededor del 1%.

Es importante saber que las personas se refieren al autismo de diferentes maneras. Los médicos y las escuelas usan el término trastorno del espectro autista (TEA), o una persona con autismo. Las personas que lo tienen pueden llamarse a sí mismas autistas.

Los niños tienen cuatro veces más probabilidades de padecer un trastorno del espectro autista que las niñas. Antecedentes familiares. Las familias con un niño con trastorno del espectro autista tienen un mayor riesgo de tener otro hijo con este trastorno.

El ácido fólico antes y durante el embarazo reduce el riesgo de autismo. Tomar ácido fólico y otros complementos alimenticios (con presencia de vitaminas A, B, C y D) antes y durante el embarazo podría reducir el riesgo de autismo en el bebé, según un reciente estudio israelí publicado en la revista JAMA Psichiatry.

Los niños con autismo suelen empeorar cuando tienen enfermedades médicas o hay un stress ambiental.

El manejo de emociones, del estrés, la comunicación asertiva, la empatía, el manejo de conflictos, la toma de decisiones, etcétera, son algunas de las aptitudes que se contemplan entre estas habilidades, y de las que ya les hemos hablado en artículos anteriores.

Estas podrían incluir:

Dificultad para utilizar y comprender comportamientos de comunicación no verbal como gestos, contacto visual, expresiones faciales y posturas. Falta de empatía o compartir emociones (empatizar). Falta de amistades o compañeros apropiados para su edad. Falta de juegos de simulación o juegos simbólicos.

Siguiendo este argumento, lo correcto para referirse a una persona que presenta TEA es: “persona con autismo”

Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro.

Se diferencian 5 grandes tipos de autismo, por lo que las personas que lo padecen pueden situarse en cualquier punto del espectro:

Síntomas del síndrome de Asperger

Aunque aún se desconoce la causa exacta del autismo, hay pruebas que sugieren que la genética desempeña un papel importante. Dado que el autismo es menos frecuente en las mujeres, siempre se pensó que el autismo se transmitía de herencia materna. Sin embargo, las investigaciones sugieren que los genes del autismo generalmente se heredan del padre .

En el autismo aparecen mutaciones genéticas. La mayoría de las mutaciones se heredan de los padres y madres y pueden ser comunes o raras. Las mutaciones también pueden surgir espontáneamente en un óvulo o espermatozoide, por lo que solo se encuentran en el niño/a y no en sus padres.

Principales signos del autismo

Le resulta difícil hacer amigos o prefiere estar solo . parecer franco, grosero o no interesado en los demás sin quererlo. Le resulta difícil decir cómo se siente.

Los estudios publicados ese mismo año por Autismo Europa y compartidos por Autismo España, arrojan una prevalencia de aproximadamente 1 caso por cada 100 nacimientos; es decir, el 1% de la población podría presentar TEA, lo que implicaría que sólo en España podría haber más de 450.000 personas.

En los últimos años hemos comprobado un aumento exponencial de los casos de TEA en el mundo. Actualmente se estima que en España pueden haber unas 450.000 personas con TEA y en Galicia unas 27.000.

El número de niños que padecen autismo ha aumentado dramáticamente desde la década de 1980 , al menos en parte debido a cambios en las prácticas de diagnóstico; no está claro si la prevalencia realmente ha aumentado; y no se pueden descartar factores de riesgo medioambientales aún no identificados.

La depresión no es el único factor de salud mental que puede influir en los resultados del embarazo. Los altos niveles de estrés durante el embarazo también pueden estar relacionados con el autismo en los niños . Esta conexión parece tener mayor impacto cuando el padre experimenta estrés entre las semanas 25 y 28 del embarazo.

Así, el riesgo de tener otro hijo con TEA está en torno al 20%, entre 10 y 20 veces más que en la población general. Y esta posibilidad aumenta aún más, si ya hay más de un hermano afectado por TEA (hasta el 50%).

Varias exposiciones químicas, como la contaminación del aire (p. ej., materia particular 2.5), pesticidas, bisfenol A, ftalatos, mercurio y deficiencias nutricionales como el ácido fólico, la vitamina D o los ácidos grasos, posiblemente puedan estar asociadas con un mayor riesgo de TEA, mientras que otros factores de riesgo tradicionales como fumar/tabaco, ...

El ASD afecta la estructura y el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Dado que afecta el desarrollo, el ASD se considera un trastorno del desarrollo.

Lamentablemente no. No hay manera de superar el autismo . Un diagnóstico de autismo durará toda la vida de una persona y el tratamiento tiene como objetivo reducir las reacciones y las características de los síntomas. Como trastorno del desarrollo, el autismo no tiene cura conocida.