¿Que te pueden hacer las babosas?

Las babosas realmente no son venenosas, pero muchas de ellas son portadoras de diversos tipos de parásitos que pueden causar graves daños e incluso la muerte a personas y animales domésticos, si las ingieren.

Las babosas terrestres son inofensivas, no segregan ningún tipo de sustancia química o veneno que sea capaz de perjudicar a las personas.

Los seres humanos adquieren Angiostrongylus cuando consumen caracoles o babosas crudos o poco cocidos u otros huéspedes portadores de los microorganismos (ciertos cangrejos de tierra, ranas, sapos o camarones o gambas de agua dulce).

Las babosas son herbívoras y pueden dañar las plantas al comerse las hojas, los tallos y las flores. Esto podría ser un problema si estás cultivando plantas ornamentales o vegetales para el consumo humano.

Sus babas promueven una mejor asimilación de nutrientes por la tierra y también ayudan a reciclar de manera más eficiente la materia orgánica de los espacios. Además, estos invertebrados son capaces de digerir la celulosa presente en las plantas leñosas.

La angiostrongiliasis abdominal cursa con dolor localizado en la fosa ilíaca y/o flanco derecho, dolor al tacto rectal en un 50% de los casos, fiebre (en los casos crónicos puede persistir una febrícula por varias semanas), anorexia, vómitos y alteraciones intestinales.

Los gusanos y las babosas viven en la tierra. A ambos les gustan los lugares húmedos. Las babosas pueden vivir bajo rocas o troncos.

Acrobacias amorosas. La baba de la babosa también incita al romance. Todas las babosas son hermafroditas y pueden fertilizarse a sí mismas, pero también pueden aparearse. Liberando feromonas en su baba, las babosas indican que están preparadas para aparearse, y algunas hacen de ello todo un espectáculo.

Al salir de los huevos, las babosas solo miden unos milímetros y son transparentes. Viven de 9 a 18 meses según la especie y la región. Pueden procrear una nueva generación al año, cada dos años, o dos al año.

No todos los caracoles y babosas son portadores de estos parásitos. Sin embargo, si vives en una zona en los que se han reportado casos de infección de gusano pulmonar canino y sospechas que tu perro se comió una babosa o un caracol, debes consultar de inmediato al médico veterinario.

Para eliminar las babosas de forma definitiva puedes usar productos químicos como el metaldehido o el methiocarb. Estos productos son gránulos que debes repartir por el suelo y cerca de la planta para que la babosa se lo como y muera.

Las babosas detestan el olor del ajo, por lo que podrías probar aplastar varios dientes, mezclarlos con agua caliente, y rociar el líquido alrededor de las entradas de tu casa…siempre y cuando a ti no te moleste también el olor a ajo, claro.

Reducir la humedad: Las caracoles y babosas prefieren ambientes húmedos, por lo que es importante reducir la humedad en el hogar, prestar especial atención si contás con plantas en el interior de tu casa. Se pueden reparar posibles filtraciones de agua, mejorar la ventilación y evitar el exceso de riego en las plantas.

También se vuelven activos cuando el día está nublado o cuando hay niebla. Se esconden debajo de tablas, piedras, desechos de jardín, zonas de césped o maleza y ramas con hojas cerca del suelo o en otros lugares frescos y húmedos.

La humedad y las temperaturas ligeramente calurosas les encanta y es su mejor momento para aparecer en los huertos y jardines, se suelen apreciar en el invierno y si ha sido muy frío y con mucho viento habrá menos babosas durante la primavera.

Los pájaros además de ser buenos compañeros en el jardín es el mayor depredador natural de las babosas, también lo son los patos, los pollos y cualquier otra especie de aves. Los sapos. Los sapos también pueden ayudarte a deshacerte de las babosas ya que se las comen.

Trasmite parásitos y bacterias que pueden causar la muerte a personas o animales. A través de su baba este caracol causa graves enfermedades en el sistema nervioso central como la meningoencefalitis eosinofílica y digestivas como la ileocolitis eosinofílica, entre otras afecciones.

Las principales enfermedades causadas por los caracoles son la equistosomiasis, fasciolosis y la meningitis eosinofílica, que pueden infectar a las personas a través del contacto con las secreciones de los caracoles o el consumo de estos moluscos crudos o mal cocidos.

Tu veterinario puede notar ruidos pulmonares y cardíacos anormales al auscultar el tórax de tu perro. En los casos avanzados, el abdomen y las patas se hinchan debido a la acumulación de líquido. También puede haber evidencia de pérdida de peso y anemia.

En el orden Slylommatophora, en la parte derecha de la babosa vista de frente y poco detrás del tentáculo superior, se abre el orificio genital, por el cual se comunican al exterior los órganos sexuales mas- culinos y femeninos.

Hay más de 103.000 especies distintas de babosas en todo el mundo.

El moco segregado por estos animales contiene iones de metales como el cinc, el calcio, el hierro y el cobre, que ayudan a generar una sustancia pegajosa y altamente adhesiva.

Tienen miles de dientes: Aunque no los veas, las babosas tienen miles y miles de dientes . Estos pequeños masticadores son parte de una estructura rasposa llamada rádula que es exclusiva de los moluscos.

Síntomas comunes

Argüello indicó que si alguna persona se contagia con el parásito, transmitido por la baba del caracol, podría presentar “síntomas que no son muy específicos”, como fiebre, dolor de cabeza, dolor en el cuerpo, lo que complica el diagnóstico médico.

Si un gato o un perro consume una de ellas, es posible que el animal resulte envenenado. La afectación del sistema nervioso, convulsiones o salivación excesiva son signos que nos deben poner en alerta. Se hace necesaria la atención inmediata del veterinario.

El metaldehído interrumpe la producción de la substancia mucosa de los caracoles y babosas. Eso debilita la digestión y movilidad y causa deshidratación. Los caracoles y babosas que ingieren el metaldehído frecuentemente se esconden y regularmente mueren al cabo de solo unos días.