¿Que tiene menos calorías una copa de vino o una cerveza?

Por ejemplo, una copa de vino tinto de 150 mililitros tiene unas 120 calorías, mientras que una lata de cerveza de 330 mililitros tiene unas 140 calorías. Sin embargo, no es lo mismo tomar una copa de vino al día que varias latas de cerveza a la semana.

A pesar de la creencia popular, el vino contiene más calorías que la cerveza. Por cada 100 gramos, el vino presenta unas 78 calorías frente a las 33 calorías de la cerveza. De esta manera, en el caso de consumir la misma cantidad, el vino engorda más del doble que la cerveza.

La cerveza y el vino, los que menos

En cambio, la cerveza y el vino, dos de las bebidas alcohólicas más consumidas en nuestro país, están entre las que menos engordan.

Healthline dice que la cerveza es la ganadora en esta comparación, ya que menos calorías y antioxidantes como el vino no implican necesariamente una bebida más sana y la 'chelita' representa un importante valor nutricional, “consumida con moderación, es buena para la salud”.

Sin embargo, en general, la cerveza tiende a tener un contenido de azúcar más bajo en comparación con el vino.

Sin embargo, por cada 100 gramos, el vino aporta 78 calorías, más del doble que la cerveza, que aporta 33 calorías. De estos datos se deduce que la cerveza, consumida en la misma cantidad que el vino, engorda menos.

Las dietas para adelgazar pueden permitir el consumo de vino blanco. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Hohenheim encontró que una dieta en la que el 10% de las calorías provengan del vino blanco, permite una pérdida de peso más rápida.

Busque opciones más bajas en calorías, como un toque de jugo o agua con gas. Quizás desee evitar las bebidas mezcladas por completo y aténgase a beber cerveza o vino. El tamaño de las porciones es otra cosa a la que debe poner atención.

No hay mucha complicación cuando se trata de bebidas alcohólicas. Los licores puros como el whisky, brandy, coñac, vodka o tequila no contienen carbohidratos y se pueden tomar en una dieta keto. Evita las bebidas azucaradas. No añadas jugos, bebidas gaseosas ni saborizantes dulces a los licores.

Vino: el claro vencedor

El vino tinto es, por antonomasia, el más aplaudido y respetado en los estudios realizados. Los antioxidantes naturales que contiene son buenos para el sistema circulatorio.

Bebidas alcohólicas que hacen menos daño al hígado

Algunas de estas bebidas son: Vino tinto: 10 a 14 grados de alcohol. Por sí mismo, el vino tinto posee propiedades antioxidantes que ofrecen beneficios sobre todo a células hepáticas dañadas. Cerveza: 5 a 12 grados de alcohol.

Tomar una copa de vino al día puede tener beneficios para la salud si esta afirmación es cogida con pinzas. Se ha demostrado que el consumo moderado de vino tinto, en particular, puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, mejorar la salud mental y fortalecer el sistema inmunológico.

El consumo frecuente de vino en dosis elevadas ocasiona también lesiones tisulares (especialmente en el sistema nervioso central y el hígado) lo que constituye, como otras bebidas alcohólicas, un factor predisponente para la cirrosis y carcinomas.

Permitiendo deshacer las bacterias que hay en el estómago y al mismo tiempo aumenta el flujo sanguíneo. En definitiva, beber vino antes de dormir también ayuda al sistema digestivo.

¿Cerveza o refresco: cuál tiene más calorías? El sitio de Web MD, especializado en temas de salud, explica que una lata de 354 ml de refresco contiene alrededor de 125 a 180 calorías. En el caso de la cerveza, Medline Plus explica que una lata de 354 ml contiene alrededor de 153 calorías.

Las bebidas alcohólicas contienen diferentes cantidades de alcohol. La cerveza tiene aproximadamente 5% de alcohol, aunque algunas cervezas tienen más. El vino generalmente tiene de 12% a 15% de alcohol. El licor fuerte tiene aproximadamente 45% de alcohol.

Una copa de vino con las comidas no es un problema a la hora de perder peso. El consumo moderado de vino puede ser un aliado dentro de una dieta equilibrada. El vino es un alimento. Es cierto que el alcohol cuenta con calorías vacías, es decir, son calorías que no aportan nutrientes.

A la cabeza de la lista de alcoholes se sitúan, por tanto, los licores, y en concreto el vodka, con 300 kilocalorías por cada copa de 100 mililitros (que equivalen a un par de vasos de chupito). Después están el anís (297 kilocalorías), el whisky y el coñac (280), el ron y la ginebra (244), y el orujo (222).

Las bebidas que por lo general provocan hinchazón son aquellas que contienen gas, pero también otras bebidas alcohólicas como la cerveza. Si quieres beber alcohol sin sentir estas molestias, elige las opciones preparadas a bases de hierba, como por ejemplo las ginebras.

Se estima que ingerir una copa de vino al día reduce hasta en un 30% las probabilidades de padecer obesidad, y la causa sería la acción del piceatannol. Además de ser beneficioso para prevenir la obesidad, el consumo moderado de vino tinto tiene otros beneficios para la salud.

El consumo moderado de vino es saludable y no tiene ningún riesgo para el organismo siempre que la persona goce de buena salud y se haga de manera moderada, por tanto una copa de vino al día, por ejemplo, apenas aportan unas 100 calorías.

De acuerdo al estudio de la revista científica British Medical Journal (BMJ), lo ideal es ingerir media copa de vino todos los días. Esto equivale a 5 gramos de alcohol.

Todos estos alimentos pueden ayudar a ello:

¿Por qué dejar de beber alcohol? Aquellas personas que consumen bebidas alcohólicas a diario añaden entre 100 y 200 calorías a su organismo. Además, dejar el alcohol reduce el olor corporal, mejora la salud de las uñas y el cabello, y te permite bajar de peso.

Una de las mejores maneras de perder grasa corporal es a través de un ejercicio aeróbico continuado — (por ejemplo, caminar a paso rápido) — durante al menos 30 minutos la mayoría de los días de la semana. Algunas personas requieren más actividad física que esta para adelgazar y mantener el peso perdido.

Ginebra, Whisky, Tequila, Ron blanco puro

Estás bebidas no presentan aditivos ni azúcar, por lo tanto, son los que contienen menor cantidad de calorías.

El truco, por tanto, es sencillo: para no engordar al consumir cerveza tan solo es necesario no acompañarla con tapas y, como advierten los especialistas, realizar un consumo moderado de la misma.