¿Qué tipo de cerveza debe servirse más fría?

Las cervezas con un alto contenido de alcohol tienen un sabor más complejo y se disfrutan mejor calientes. En cambio, las cervezas con bajo contenido alcohólico tienen un cuerpo más ligero y menos sabor, por lo que deben servirse más frías.

El frío enmascara los defectos

Al igual que ocurre con el vino y con cualquier bebida y comida, no se puede saborear una cerveza a 2 ⁰C porque a esas temperaturas las papilas gustativas se adormecen y porque la cerveza está 'cerrada', ya que el frío excesivo disminuye la volatilidad de los componentes aromáticos.

Temperatura de la cerveza

Se recomienda servir las cervezas tipo Ale entre 12-14ºC y las cervezas tipo Lager en torno a los 6ºC. El vaso no debe estar helado ni recién sacado del lavavajillas. El frío excesivo dificulta la formación de espuma y si el vaso está caliente, el carbónico nos va a formar mucha espuma.

Si quieres asegurarte de que no te equivocas con la temperatura ideal de la cerveza, comprueba el nivel de fermentación del estilo que vas a servir. Por norma general, aquellas cervezas de alta fermentación se aprecian mejor a temperaturas también más altas, entre los 7° y los 10° aproximadamente.

Es cierto que el frío puede mejorar algunos aspectos, como el amargor, la sequedad y el carbónico, pero puestos a elegir, es preferible la primera opción (algo más de temperatura), porque aromas y sabor son básicos para apreciar una buena cerveza.

Tal y como alerta La Vanguardia, pasarse y tomar una cerveza demasiado caliente tendrá malos resultados. El amargor de los lúpulos se disipa, así como la cantidad de gas que ayuda a distribuir el sabor. Como resultado, el resultado vuelve a ser anodino y poco destacable.

Lo primero que debes hacer es poner la cerveza dentro del cubo. Luego, debes añadirle los hielos y el agua asegurándote de que esta queda bien cubierta. A cuanto más hielo, más rápido será el proceso. Una vez tengas la cerveza cubierta por el agua y los hielos, añade la sal.

Cuanta más espuma tenga tu copa o vaso, se evitará más el contacto del líquido con el aire, y esto sirve para que la bebida no se oxigene y no pierda el gas tan rápido. Para terminar, las burbujas de dióxido de carbono ayudan a liberar todos los aromas de la cerveza.

Para reducir las posibilidades de sufrir una gran hinchazón, es imprescindible seguir sus pasos. Para ello, coge el recipiente e inclínalo unos 70 grados. Vierte la cerveza de forma que el chorro golpee el centro del vaso, manteniendo la botella o lata en horizontal.

Los carbohidratos complejos, como el arroz integral, la avena y el pan integral, pueden ayudar a reducir los efectos del alcohol. Estos alimentos liberan energía gradualmente, lo que puede mantener estables los niveles de azúcar en sangre y evitar la fatiga.

Si la cerveza está a temperatura ambiente (unos 24ºC), el tiempo de enfriar la cerveza en el congelador será de 2 horas, aproximadamente. Durante la primera hora en el congelador, la cerveza puede descender hasta los 4,5ºC.

Existen lugares donde beber cerveza al tiempo es lo normal, como en Alemania, donde se sirve a "temperatura de bodega", hablamos de 10-15°C aproximadamente. Antes de que existiera el proceso de refrigeración, la cerveza se vertía directamente del barril a la barra, así que no tenía opciones de temperatura.

La Glühbier puede tomarse fría, pero nació para beberse caliente ya que sus ingredientes se activan y mejoran con el calor. La cerveza adquiere además un color más rojizo. La sugerencia es calentarla antes de beberla. Eso sí, se recomienda no pasar los 60 °C para evitar la evaporación del alcohol.

La temperatura de la cerveza no afecta directamente la rapidez con la que uno se emborracha. La forma en que el alcohol afecta al cuerpo está determinada por la cantidad de alcohol consumida y cómo se procesa en el organismo.

La cerveza caliente es un buen remedio para los resfriados ya que la cebada caliente mejora la circulación sanguínea y la respiración, ayuda también contra los dolores articulares y refuerza el sistema inmunológico.

- Muchos creen que si una cerveza fría entra en calor y se vuelve a enfriar de nuevo, esta se 'quema' y adquiere un sabor amargo, falto de carácter y horrible. Sin embargo ahora trasciende el dato de que ese pensamiento es por demás erróneo. La cerveza no “se quema”.

Cerebro: El alcohol interfiere con las vías de comunicación del cerebro y puede afectar la forma en que el cerebro se ve y funciona. Estas interrupciones pueden cambiar el estado de ánimo y el comportamiento, y hacer que sea más difícil pensar con claridad y moverse con coordinación.

Provoca graves enfermedades: El consumo excesivo de cerveza y de alcohol en general incrementa el riesgo de padecer enfermedades tan graves como la cirrosis o el cáncer de laringe, esófago, boca, garganta, colón o hígado. Además, también aumenta el riesgo de hipertensión, algo que podría afectar a tu corazón.

Podría mejorar los niveles de azúcar en la sangre: Web MD detalla que beber moderadamente la cerveza (en especial baja en azúcar o light) y otras bebidas alcohólicas se asocia al control de azúcar en la sangre y menos riesgo de padecer diabetes.

Uno de los mejores trucos para conseguir enfriarla de la forma más rápida y efectiva es utilizar 'agua, hielo y sal': con esta mezcla, podrás enfriar los botellines en menos de cinco minutos, y sin necesidad de tener un frigorífico o una nevera eléctrica a mano.

Otro método igual de efectivo es enrollar las cervezas en papel de cocina mojado, pero, antes de introducirlo en el congelador, debes impregnar el papel con sal y se producirá el mismo efecto que el truco anterior. En unos minutos tendrás preparada una cerveza bien fría.

Lo único que haremos será mezclar agua, hielo y sal en un recipiente. Después de removerlo, introduciremos el botellín o la lata de cerveza, y a los pocos minutos notaremos cómo se enfría antes de lo normal. ¿Por qué? El truco que se esconde detrás de enfriar la cerveza con hielo y sal es una reacción endotérmica.

Lo más importante es que la espuma preserva las características de la cerveza, ya que impide que el líquido entre en contacto con el oxígeno, que daña el sabor final.

¿La cerveza se sirve con o sin espuma? Aquí, casi siempre, encontramos a los defensores de no dejar ni rastro de esa capa blanca, pero en realidad la espuma es uno de los elementos esenciales para disfrutar mejor la bebida. Esa capa que se forma al vaciarla en el vaso mantiene intacto el sabor de la 'cheve'.

Por lo general vamos a servir todas las cervezas con espuma porque va a impedir que se oxide la cerveza al entrar en contacto con el oxígeno y nos ayudará a mantener los aromas dentro de la copa.

Irritación gastrointestinal: el alcohol irrita directamente el revestimiento del estómago y aumenta la liberación de ácido, lo que puede provocar náusea y malestar estomacal. Inflamación: el alcohol aumenta la inflamación en el cuerpo.

La intolerancia al alcohol se produce cuando tu cuerpo no posee las enzimas adecuadas para descomponer (metabolizar) las toxinas presentes en el alcohol. Esto ocurre a causa de rasgos (genéticos) heredados, generalmente presentes en las personas asiáticas.