¿Qué tipo de ciudadano necesita una democracia?

Escuchar La democracia requiere de ciudadanos capaces de vivir su ciudadanía; más allá de ciudadanos cívicos, republicanos, comunitaristas o mestizos, amantes de su patria, cumplidores de sus deberes y en ejercicio de sus derechos, la democracia precisa de ciudadanos “democráticos”, activos, sociales, políticos, críticos y ...

Escuchar Ciudadanía democrática, específicamente, se refiere a la participación activa de los individuos en el sistema de derechos y responsabilidades que es el destino de los ciudadanos en las sociedades democráticas.

Para que la democracia funcione en una sociedad moderna es necesario que los ciudadanos participen de forma activa en los procesos por medio de los cuales se eligen a los gobernantes. De esta manera los ciudadanos, titulares del poder, son responsables del destino de su propia sociedad.

¡Estos son los 16 mecanismos que debes conocer!

189). Ser ciudadano o ciudadana significa para la autora dos cosas: una, poseer un sentimiento de pertenencia a una comunidad política; otra, obtener un reconocimiento de esa comunidad política a la que se pertenece. La pertenencia y el reconocimiento a una comunidad tiene deberes y tiene derechos.

Respetar las leyes y normas que rigen la vida de la sociedad. Observar fielmente las normas de tráfico. Ayudar en la conservación de la naturaleza. Mantenerse alejado de agresividad y de la violencia.

La democracia constitucional tiene las siguientes características o elementos:

El respeto a los derechos políticos implica elecciones limpias, sufragio universal, respeto al voto, a la división de poderes. Estos principios de la democracia participativa se expresan en un régimen que define los derechos y deberes de todos los participantes.

Es una forma de gobierno en la que los ciudadanos eligen a las personas que quieren que les gobierne. Las elecciones son el método por el que se elige a las personas que van a gobernar.

Así, podemos clasificar cuatro formas básicas de participación:

La participación ciudadana facilita la intervención de la ciudadanía y partes interesadas en la gestión pública, permitiendo el control social (seguimiento y evaluación de las políticas públicas), el diálogo, el acceso a la información y la mejora continua de la entidad.

Es el involucramiento de la población que habita el municipio y de las organizaciones e instituciones en que se agrupan, en el proce- so informativo, consultivo, resolutivo, ejecu- tivo y contralor de las gestiones relacionadas con el ejercicio del gobierno municipal y el desarrollo local.

Lo que lo lleva a distinguir tres tipos de ciudadanía: la ciudadanía económica, la ciudadanía política y la ciudadanía del mundo.

La noción de ciudadanía posee tres claros componentes: 1) la adquisición, adjudicación, posesión o conquista de un conjunto derechos y deberes por parte del individuo en una sociedad–política determinada; 2) la pertenencia a una comunidad política determinada: Estado–Nación; 3) la oportunidad y capacidad de ...

Son dimensiones características de la ciudadanía la participación, la expresión y la afirmación de derechos. En tal sentido conceptos como soberanía popular, libertad, igualdad ante la ley, asumen formas distintas según el país y las circunstancias sociales e históricas.

Respetan la justicia y la democracia de la nación en la que viven o en la que nacieron. Protegen su ciudad, la gente, animales y naturaleza que habita en ella. Son abiertos y tolerantes a nuevas ideas. Escuchan a otros, pues en la escucha es que las necesidades reales y las ideas surgen.

Es decir, que el ciudadano del siglo XXI debe saber que tiene derecho a un trabajo, a educación, a asistencia sanitaria, a ayuda en tiempos de especial vulnerabilidad (infancia, vejez, enfermedad, desempleo), y también a participar en la vida cultural de su comunidad política.

Un buen ciudadano respeta las diversas creencias y religiones, orientaciones sexuales, ideologías políticas y costumbres que existen en la sociedad. Además, la interacción con personas que tienen opiniones y puntos de vista diferentes enriquece la visión del ciudadano y fortalece su actitud crítica.

La democracia, como forma de vida, requiere del respeto de los derechos humanos y la práctica de los valores como libertad, justicia, igualdad y solidaridad. La democracia es una forma de vida que hacemos cada día cuando impulsamos la práctica de valores como la justicia.

España es un Estado democrático, de derecho y de bienestar, con una economía de mercado. España es un Estado cuya forma política es una monarquía parlamentaria. El sistema de gobierno se basa en la soberanía nacional, la división de poderes y un sistema parlamentario.

Está estrictamente definida por el liberalismo clásico como la capacidad de actuar sin restricciones del gobierno o; más ampliamente definida como la capacidad de tener acceso a determinados recursos por parte del gobierno sin limitación social por el social liberalismo y la mayoría de las variantes del socialismo.

En la mayoría de los casos, la palabra “democracia” es usada no solo como forma de gobierno, sino como sinónimo de libertad, de igualdad, de gobierno de mayoría, de justicia social, de fraternidad, de participación, de respeto a las minorías, etc.

En síntesis, la democracia está íntimamente ligada a la participación ciudadana, por ser esta forma de gobierno la que reconoce una relación de derechos basada en la libertad e igualdad que se traduce al involucramiento de los ciudadanos en los asuntos del Estado.

A PALABRA DEMOCRACIA PROVIENE ETIMOLÓ- gicamente del griego demos que significa pueblo y kratos poder, por ende se define como el poder del pueblo.

Democracia. Término referido para designar a una de las formas de gobierno en que puede ejercerse el poder político del y para el pueblo.

Existencia de varios partidos políticos (no es de partido único). Libertad de expresión. Libertad de prensa, así como acceso a fuentes de información alternativa a las propias del gobierno que garanticen el derecho a la información de los ciudadanos. Libertad de asociación.

Distribución equitativa de las tareas del hogar. Mayor compromiso con las responsabilidades individuales. Mayor colaboración entre los integrantes. Ampliación de los espacios de diálogo.