¿Qué tipo de ejercicio es el buceo?

Actividad aeróbica: no hace falta que sea una actividad intensa. Lo que se pretende es reforzar la capacidad cardio-pulmonar a través de distintos ejercicios de tonificación como correr o montar en bici. Así mejoraremos la obtención de energía y reduciremos su consumo cuando estemos bajo el agua.

Como seguramente ya sabrás, existen muchos tipos de Buceo, que se pueden clasificar en 4 categorías: buceo recreativo, buceo técnico, buceo comercial y buceo deportivo.

¿QUÉ MÚSCULOS TRABAJAN EN UNA INMERSIÓN? “Todos”. El buceo es uno de los deportes más completos que existen en este sentido, puesto que hace trabajar a toda la musculatura, aunque cabría matizar que sobre todo la del Miembro inferior, ya que nos sirve para propulsarnos en el agua.

Los tres pilares de la física del buceo son el principio de Arquímedes, la presión y las leyes de los gases. El primero explica el fenómeno de flotabilidad, el segundo la variación de la presión con la profundidad y el último el comportamiento de los gases al variar la presión (el volumen y la temperatura).

El buceo libre o en apnea es una forma completamente diferente de experimentar el mundo submarino. Te sumergirás a mayor profundidad, permanecerás más tiempo bajo el agua y te sentirás parte del propio océano. El buceo libre o en apnea también puede ser un deporte de competición.

La apnea, buceo a pulmón o buceo libre (en inglés: freediving) es un deporte extremo, el cual tiene como base la suspensión voluntaria de la respiración dentro del agua mientras se recorren largas distancias o se desciende hasta grandes profundidades.

El equipo que es utilizado por la mayoría de loz buzos para respirar: Snorkel – se utiliza en la superficie para conservar la mayor cantidad de aire en tu tanque. Tanque (Cilindro) – lleno de aire comprimido u otros gases dependiendo del tipo de buceo y tu entrenamiento.

Asimismo, la ley establece que la profundidad máxima para los buceadores profesionales con equipo serán las siguientes: Con aire o nitrox hasta 50 metros de profundidad. Con mezclas ternarias trimix y binarias heliox, hasta 75 metros de profundidad, con las tablas de descompresión adecuadas.

El buceo mejora tu concentración y conciencia. Al nadar bajo el agua, mantiene el equilibrio coordinando los movimientos de piernas y brazos a pesar del peso que lleva. No solo eso, también te esfuerzas por no dañar los corales, los peces y la vida marina a tu alrededor mientras exploras bajo el agua.

En el buceo, la quema de calorías también es bastante variable según cómo se practique (snorkel, buceo libre a pulmón….). La horquilla va desde las 490 calorías a las 1.120 calorías.

El buceo mejora tu concentración y conciencia. Al nadar bajo el agua, mantiene el equilibrio coordinando los movimientos de piernas y brazos a pesar del peso que lleva. No solo eso, también te esfuerzas por no dañar los corales, los peces y la vida marina a tu alrededor mientras exploras bajo el agua.

Una buena manera de quemar grasa corporal y de ejercitar cada tendón y cada músculo. Alrededor de 220 son las calorías que se calcula que se queman en cada inmersión.

Y si un buceador sube a la superficie (descomprime) a la velocidad correcta, el nitrógeno puede dejar el cuerpo en forma lenta y segura a través de los pulmones. Pero si un buceador sube demasiado rápido, el nitrógeno forma burbujas en el cuerpo. Esto puede causar daños en los tejidos y en los nervios.

Hay que distinguir en buceo dos tipos de presión: la atmosférica (El peso del aire sobre la superficie del agua) y la hidrostática (el peso del agua sobre el submarinista), La suma de las dos presiones parciales nos da la absoluta, que es la que nos afecta.

Lo que realmente ocurre es que al sumergirnos en el agua nuestro cuerpo, igual que cualquier otro, experimenta un empuje hacia arriba igual al peso del agua que desaloja. Por eso tenemos la sensación de ser más ligeros; y es que dentro del agua nuestro peso es aparentemente menor.

En general, la mayoría de las personas pueden aguantar la respiración por alrededor de 30 a 90 segundos. Sin embargo, algunos entrenamientos y técnicas específicas pueden ayudar a aumentar la capacidad de una persona para aguantar la respiración bajo el agua.

En aquellas personas que se han entrenado para ello, este tiempo puede llegar a superar los 10 minutos y e incluso hasta los 20 (el récord del mundo de apnea superó los 24 minutos el pasado 2021).

Dentro de 3 minutos bajo el agua, la mayor parte de las personas pierde el conocimiento. Dentro de 5 minutos bajo el agua, el suministro del oxígeno al cerebro comienza a decrecer. Una falta de oxígeno puede causar daño cerebral.

Arnaud Jerald, campeón del mundo de apnea: “En la profundidad del océano te sientes solo”

Lo de los récords del mundo de apnea (buceo libre) es algo increíble. Para hacerse una idea, la apneísta colombiana Sofía Gómez Uribe batía en julio del 2017 el récord del mundo de peso constante con bialetas llegando a los 84 metros de profundidad.

Esto puede causar problemas, como dolor en los senos paranasales o una ruptura de tímpano. A medida que asciende, la presión del agua disminuye, y el aire en los pulmones se expande. Esto puede hacer que los alvéolos de los pulmones se rompan y le sea difícil respirar.

Aprender a bucear no es difícil. Por supuesto, requiere aprender las reglas y un poco de práctica, pero el buceo es para todos. Al fin y al cabo, incluso los niños o las personas con discapacidad pueden bucear. Así que veamos en qué consiste empezar una aventura de buceo.

Practicando la respiración diafragmática en la superficie

El lugar se encuentra en la fosa de las Marianas, a casi 11 kilómetros por debajo del nivel del mar (más de 2000 metros de diferencia con la altura del Monte Everest, que es de 8849 metros), lo que lo convierte en el punto más profundo del océano. Y del planeta.

Alexey Molchanov, campeón de buceo libre, hizo una inmersión de 2 minutos y 53 segundos, un récord bajo el hielo. El mejor buceador libre del mundo, Alexey Molchanov, se sumergió bajo el hielo. Foto: Cortesía de la Agencia Pilot vía The New York Times.

Midieron una profundidad récord de 10.911 metros. Sólo unas pocas personas han visitado las profundidades del Challenger. Los primeros fueron el oceanógrafo suizo Jacques Piccard y el teniente de la Marina de los Estados Unidos Don Walsh, que descendieron a bordo del batiscafo sumergible Trieste el 23 de enero de 1960.