¿Qué tipo de energía contamina más?

El carbón es la fuente de energía que produce más contaminación. Produce desechos y contaminación en cada etapa del proceso de producción de energía. Desde la extracción hasta el almacenamiento, el transporte y, finalmente, cuando se quema como combustible.

Los principales son: el petróleo, el carbón y el gas natural. Anualmente, debido a la energía producida a través de estos combustibles, se liberan en la atmósfera miles de toneladas de dióxido de carbono que en vez de ayudar con el cambio climático, logran justamente lo opuesto.

La energía hidroeléctrica es una fuente limpia, renovable, libre de emisiones y autóctona que aprovecha la fuerza del agua al caer por un salto o desnivel para producir electricidad.

Las energías renovables, a diferencia de los combustibles fósiles, no contaminan. Este tipo de energías mejoran la calidad del aire y no producen residuos perjudiciales para las personas y el medio ambiente.

La combustión genera CO2, gas con la mayor contribución al efecto invernadero. Generadas en el proceso de producción de la energía eléctrica que posteriormente consumimos como usuarios. Imputables, por tanto, de modo indirecto a nuestros hábitos cotidianos.

El carbón como energía contaminante en la atmósfera

La preocupación es tal que se calcula que, de no avanzar el proceso de descarbonización adecuadamente, en 2030 el carbón será responsable del 60 % de las emisiones de este gas.

Fuentes de energía NO renovables

La principal ventaja de la energía solar es que es una fuente de energía renovable e inagotable. Además, tiene un nivel muy bajo de contaminación, ya que en la generación de electricidad no produce gases de efecto invernadero y es respetuosa con el medio ambiente.

La energía eólica (viento) es la más eficiente debido a que no contamina, no erosiona el entorno y su impacto ambiental es casi nulo. Puede producir una capacidad de energía similar a 1.000 kg de petróleo con la diferencia de que no hay que quemar miles de litros de combustibles.

La energía eólica sigue siendo la tecnología más eficiente para producir energía de forma segura y ambientalmente sostenible: sin emisiones, autóctona, inagotable, competitiva y creadora de riqueza y empleo.

Las fuentes de energías renovables, que se encuentran en abundancia en nuestro entorno, ya sean aportadas por el Sol, el viento, el agua, los residuos o el mismo calor de la Tierra, son renovadas por la propia naturaleza y emiten pocos (o ninguno) contaminantes o gases de efecto invernadero en el aire.

No pueden considerarse propiamente desventajas, pero las energías renovables tienen algunos aspectos menos favorables, como estos:

Entre todas las actividades productivas, la generación de electricidad ocupa el primer lugar en emisiones de gases de efecto invernadero en México, con el 32%.

A diferencia del carbón, el petróleo o el gas, la energía nuclear no libera ningún gas de efecto invernadero en sus operaciones de rutina.

Al quemarse se produce la conversión de este carbón el dióxido de carbono, el cual se diluye en la atmósfera, lo que produce un incremento en los niveles del dióxido de carbono atmosférico, que refuerza el efecto invernadero y contribuye al calentamiento global de la Tierra.

Combustibles fósiles: el uso de combustibles fósiles es una de las principales causas de la contaminación del aire. La contaminación son las emisiones de gases por parte de los coches, aviones u otros medios de transporte que utilizan combustible.

Principales contaminantes del aire

Las fuentes antropogénicas que generan mayor contaminación ambiental son las siguientes: Tala excesiva de árboles. Emisiones y vertidos industriales a la atmósfera y a la hidrosfera. Extracción, procesamiento y refinamiento de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural).

Las energías no renovables: Son aquellas cuyas reservas son limitadas y, por tanto, disminuyen a medida que se consumen. A medida que las reservas son menores, es más difícil su extracción y aumenta su coste. Se consideran energías no renovables el petróleo, el carbón, el gas natural o la energía nuclear.

No renovables

Las energías renovables son aquellas que provienen de fuentes naturales e inagotables como el viento, el sol o el agua. Por otro lado, las energías no renovables son las que se obtienen de combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural o el carbón.

Por su implantación y por las ventajas que genera su uso, destacamos las cinco fuentes de energía renovables que deberíamos conocer y aprovechar en nuestros hogares.

Es decir, que se caracterizan por no utilizar combustibles fósiles (energías convencionales), sino que utilizan recursos capaces de renovarse ilimitadamente. Su impacto en la naturaleza es menor ya que, al no usar recursos finitos, no contaminan y sus beneficios son múltiples.

Según un experimento realizado por Inland Power and Light, la energía solar es la más eficiente de las dos. Las dos compararon una turbina eólica de casi 11 metros con un arsenal de paneles solares, asegurándose de que ambos podrían generar la misma cantidad de electricidad en condiciones óptimas.

Si es una zona muy ventosa y queremos centrarnos en la producción de electricidad, los aerogeneradores pueden ser la mejor opción. Si la zona no disfruta de vientos constantes, pero sí de mucho sol, y nos interesa conseguir agua caliente y calefacción, las placas solares serán la mejor opción.

La energía más barata en España es la energía solar, seguida de la energía eólica. Diferentes estudios avalan esta afirmación, como la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), que ya en 2020 afirmaba que el 62% de las energías renovables eran más económicas que el combustible fósil más barato.