¿Qué tipo de gas tiene la Coca Cola?

El gas que llevan las bebidas refrescantes es dióxido de carbono (CO2), que se incorpora disuelto en agua cuando se diluye el producto base concentrado. Los gases son más solubles a temperaturas bajas, siendo la concentración de saturación a 0ºC próxima al 0,6 %.

El Bióxido de Carbono (CO) es un gas que se disuelve fácilmente en agua (refrescos, vinos, cervezas, etc.).

La efervescencia de los refrescos está formada por burbujas de dióxido de carbono, o CO₂. Las bebidas carbonatadas se infunden con este gas incoloro e inodoro a altas presiones durante su producción hasta que el líquido se sobresatura con el gas.

Una bebida Cola carbonatada contiene cerca de 4 Volúmenes lo que es igual a 8 g/l de CO2 disuelto.

Presente en infinidad de bebidas y alimentos, el gas cumple importantes funciones. Y en los refrescos posee un efecto estético y organoléptico: les confiere su sabor ácido e intensifica el sabor y el aroma.

La cerveza contiene gas, porque tiene disuelto en ella dióxido de carbono (CO₂), llamado también anhídrido carbónico. Durante la fermentación, se genera CO₂ pero no el suficiente, de manera que las cervezas se carbonatan antes de su comercialización.

El dióxido de carbono aumenta la acidificación de los jugos gástricos provocando reflujo gastroesofágico. El alto contenido de azúcar favorece el aumento de peso, y si se llegan a alcanzar niveles de sobrepeso y obesidad, se aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles.

El consumo en exceso de bebidas azucaradas se relaciona con una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades no transmisibles como la diabetes, cáncer de endometrio, de ovarios, de mama y de próstata, así como accidentes cardiovasculares, entre otros.

La ciencia detrás del refresco carbonatado

Si observas lo que ocurre al verter la bebida en un vaso, las burbujas en un refresco están en la parte superior porque la superficie que está expuesta al aire.

agua, acidulante ácido cítrico, estabilizantes: E-576, E-414 y E-445, potenciadores del sabor: cloruro sódico, fosfato potásico y fosfato cálcico, edulcorantes: acesulfamo K, sucralosa y aspartamo, *sales minerales: gluconato de zinc y seleniato de sodio y aromas.

Al igual que ocurre con el resto de refrescos carbonatados, pasados nueve meses tras la fecha de consumo preferente, la Coca-Cola pierde el gas. Por lo tanto, el sabor no va a ser el mismo, pero esto no significa que conlleve algún tipo de riesgo para la salud.

Si eres un apasionado de las bebidas con gas, pero por el contrario ingerir el gas no te sienta demasiado bien, te ofrecemos un pequeño truco para quitar todo el gas en un simple gesto. Sólo debes abrir la botella o lata e introducir la punta de un papel de cocina o pañuelo de papel. Este absorberá todo el gas.

La Coca Cola tiene más carbonación que la Pepsi.

Esto se nota cuando retienes un sorbo en la boca y te concentras en las sensaciones que te producen las burbujas de gas. ¿Tiene bastante gas? Es Coca Cola.

El gas, se ha comprobado, provoca que la persona siga queriendo consumir la bebida sin llegar a saciarse, por lo que, al final, el pico de azúcar en sangre es elevado aunque no se haya ingerido azúcar. Además, el gas hincha, por lo que la sensación de tener el vientre inflamado es constante.

En pocas palabras, la capacidad del líquido para retener el gas disminuye a medida que se calienta el entorno. Esta menor solubilidad facilita la salida de las burbujas de dióxido de carbono, lo que provoca una pérdida de carbonatación más rápida.

El consumo de azúcares artificiales de manera excesiva puede producir diabetes y enfermedades cardiovasculares. Y el exceso de cafeína causa temblores, dolor de cabeza, insomnio o perdida de vitaminas.

Para qué se usa el CO2 o dióxido de carbono

El uso directo de CO₂ permite actualmente conservar alimentos, realizar tratamiento de aguas, limpieza en seco, manipulación de órganos artificiales y cosmética entre otros.

(Foto: Spa Caliche). “Al beberla en un vaso o copa, la cerveza no se agita como cuando la tomas de una botella, es más fácil controlar la cantidad que vamos ingiriendo, reteniéndola más tiempo en el paladar y siendo así más sencilla y placentera su degustación”, describe Ámbar.

El dióxido de carbono está muy extendido en el procesamiento de alimentos y bebidas. Pone el gas en la cerveza y los refrescos, y también se emplea en el empacado de ensaladas o carne fresca, por ejemplo. El gas también se emplea para aturdir a cerdos y pollos antes de ser sacrificados.

El único refresco considerado saludable es el agua con gas, que solo tiene dos ingredientes: agua mineral y gas carbónico.

El gas natural proporciona electricidad, calor y frío a industrias, hogares y lugares de trabajo. También se puede usar como combustible de menor contenido de carbono para barcos, camiones, autobuses y trenes.

El agua con gas no estropea los dientes: su acidez no es tan elevada, por lo que habría que consumir muchísimos litros para que afectara al esmalte dental. El agua con gas no daña los riñones: una buena hidratación beneficia a todos los órganos del cuerpo humano.

Estas son las bebidas que más perjudican la salud de tus riñones y debes evitar

El riesgo de muerte prematura puede derivarse de diversas enfermedades que se pueden detonar debido a la ingesta constante de refresco y bebidas azucaradas como son el aumento de peso y una mayor probabilidad de padecer diabetes tipo 2, así como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

El sitio especializado de Healthline explica que los refrescos no contienen ningún tipo de nutrientes esenciales para el cuerpo y su consumo puede llevar a problemas como el riesgo de padecer diabetes, aumento de peso y más.

La bebida fusiona los sabores de la hoja de la planta de coca, la nuez de cola y el agua de soda.

Kas: El mismo zumo que Fanta (8%) pero menos azúcar (8,6%), ya que incluye edulcorantes.