¿Qué tipo de shock produce una rotura hepática?

Síntomas y signos de la lesión hepática Por lo general, las manifestaciones de hemorragia abdominnal grave, como shock hemorrágico, dolor y distensión abdominales, sensibilidad, son clínicamente evidentes. La hemorragia menor o hematomas causan cuadrante superior derecho del dolor abdominal y la ternura.

El hígado tiene un suministro grande de sangre. Si la lesión no sana, puede resultar en sangrado interno. Esto es una emergencia que requiere cirugía. La cirugía reparará el hígado y detendrá el sangrado.

El trauma hepático se asocia en un alto porcentaje a traumas graves por accidentes automovilísticos, lesiones por desaceleración, caídas de altura, caídas desde vehículos en movimiento como motocicletas, etc. Las lesiones hepáticas se clasifican en grados de I a V.

Las lesiones hepáticas son causadas por 2 tipos de mecanismos: el trauma penetrante y el no penetrante o trauma contuso6. Un estudio brasileño encontró una frecuencia de lesiones penetrantes del 61.6% de los pacientes, y las lesiones no penetrantes ocurrieron en un 38.4%10.

La mayoría de las lesiones del hígado se deben a un traumatismo cerrado provocado por un choque automovilístico, una caída, un accidente en bicicleta o cualquier otra actividad que provoque un golpe fuerte en el abdomen.

La rotura hepática es causada principalmente por un traumatismo . Las condiciones clínicas que inducen hepatomegalia, por ejemplo, amiloidosis, malaria, estasis venosa y tumores hepáticos agrandados, predisponen a la rotura traumática2. La rotura hepática atraumática es una afección rara que tiene consecuencias graves si no se reconoce y trata a tiempo.

El sangrado espontáneo debido a una rotura hepática no traumática es poco frecuente . Sin embargo, se asocia con una alta morbilidad y mortalidad. Por lo general, los factores predisponentes son como hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y síndrome del recuento bajo de plaquetas (HELLP) en mujeres embarazadas y otras enfermedades hepáticas.

Una rotura de hígado es una lesión potencialmente mortal . El mayor riesgo de una laceración del hígado es el sangrado excesivo que puede provocar un shock o la muerte. Si no se puede controlar el sangrado o el daño al hígado es grave, probablemente será necesaria la cirugía.

El traumatismo hepático puede abarcar desde laceraciones menores o hematomas capsulares con mínima morbilidad y mortalidad hasta avulsiones hepáticas con alta mortalidad . La mayoría de las lesiones hepáticas son menores y pueden clasificarse con la escala de lesiones hepáticas de la Asociación Estadounidense para la Cirugía de Traumatismos.

La duración de la recuperación depende de la gravedad de la lesión. Las laceraciones simples del hígado pueden sanar en 2 a 4 meses. Las laceraciones más graves pueden sanar en hasta 6 meses . Dependiendo de la gravedad de la lesión y los síntomas, es posible que el atleta necesite repetir la tomografía computarizada antes de regresar a participar en deportes.

Las lesiones del hígado son anormalidades celulares dentro del hígado. Frecuentemente son benignas, pero algunas pueden ser cancerosas. Las lesiones del hígado pueden ser causadas por diferentes motivos. La mayoría de las lesiones no causan ningún síntoma hasta que se desarrollan y forman grandes masas.

Lesiones hepáticas benignas

No se propagan a otras partes del cuerpo y, por lo general, no representan una amenaza grave. Sin embargo, si las lesiones hepáticas causan dolor, crecen demasiado, corren riesgo de romperse o causan hemorragia interna, es posible que sea necesario extirparlas quirúrgicamente.

La mayoría de las lesiones no causan ningún síntoma hasta que se convierten en masas más grandes . Los síntomas incluyen dolor o hinchazón abdominal, náuseas, vómitos y cambios en el color de la orina o las heces. La forma más común de lesiones hepáticas benignas son los hemangiomas, que son formaciones anormales de vasos sanguíneos.

Etapa 1: hepatitis

La inflamación es la respuesta del hígado a una lesión o toxicidad. Es un intento de purgar infecciones e iniciar el proceso de curación. La hepatitis aguda (una respuesta inmediata y temporal) a menudo logra esto.

El dolor de hígado puede presentarse de varias formas. La mayoría de las personas lo sienten como una molestia, una sensación palpitante en la parte superior derecha del abdomen.

Posibles complicaciones de una contusión hepática

Problemas con los conductos que llevan la bilis (conductos biliares) desde el hígado a los órganos cercanos. Síndrome compartimental abdominal. Esto se produce cuando la presión en el abdomen es más alta de lo normal. Muerte.

Hepatitis y otros virus .

La hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis E pueden causar insuficiencia hepática aguda.

Es posible que la persona no pueda distinguir la noche del día. También puede mostrar irritabilidad y cambios de personalidad, o tener problemas de memoria. A medida que la función cerebral continúa disminuyendo, él o ella tendrá sueño y estará cada vez más confundido. Este estado puede progresar hasta la falta de respuesta y el coma.

Varios estudios informaron un mal pronóstico de los pacientes con CHC roto, con una mediana de supervivencia de 7 a 21 semanas y una tasa de mortalidad a 1 mes del 34 al 71% 3-5. Los estudios de pacientes con hepatectomía mostraron que aquellos con CHC roto tenían peor pronóstico que aquellos con CHC no roto 6, 7.

Tratamiento de la lesión hepática

A veces los médicos hacen transfusiones de sangre . Si el sangrado empeora o no se detiene con bastante rapidez, los médicos suelen intentar primero sellar los vasos sangrantes sin cirugía. Para sellar los vasos, los médicos pasan un catéter de plástico delgado dentro de los vasos sanguíneos de la ingle y luego hasta el hígado.

Tratamiento para la lesión hepática

Afortunadamente, la mayoría de las lesiones hepáticas se tratan sin cirugía . Dependiendo del grado de la lesión, el tratamiento puede incluir reposo estricto en cama, no comer ni beber nada durante un período corto de tiempo, control del dolor, análisis de laboratorio e hidratación con líquidos por vía intravenosa. A veces también pueden ser necesarias transfusiones de sangre.

El hígado tiene una capacidad única entre los órganos para regenerarse después de un daño . Un hígado puede volver a crecer hasta alcanzar un tamaño normal incluso después de que se haya extirpado hasta el 90%. Pero el hígado no es invencible. Muchas enfermedades y exposiciones pueden dañarlo más allá del punto de reparación.

Si los pacientes siguen las recomendaciones de tratamiento, sus hígados pueden recuperar su función normal . El tratamiento a menudo implica adoptar comportamientos saludables, como reducir el consumo de alcohol en personas con enfermedad hepática alcohólica o reducción de peso en personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico precipitada por el exceso de peso.

Salvo complicaciones, el hígado puede repararse por sí solo por completo y, en un mes, el paciente no mostrará signos de daño. Sin embargo, a veces el hígado se satura y no puede repararse por completo, especialmente si todavía está bajo el ataque de un virus, una droga o el alcohol.

Síntomas de una lesión hepática

También presentan dolor abdominal y dolor a la palpación porque la sangre en el abdomen irrita el tejido abdominal. Cuando la hemorragia es grave, el abdomen también puede estar distendido.

Cuando hay duda diagnóstica o una lesión sospechosa de malignidad, se debe proceder a la extirpación quirúrgica. A todo cirujano le ha tocado ver casos de diagnóstico radiológico de tumores hepáticos benignos que terminaron siendo malignos.

La pérdida de la función cerebral ocurre cuando el hígado ya no es capaz de eliminar las toxinas de la sangre. Esto se conoce como encefalopatía hepática (HE, por sus siglas en inglés). El problema puede presentarse repentinamente o puede desarrollarse lentamente con el tiempo.