¿Qué tipos de suelos son más conocidos?

Tipos de suelos

Los cuatro tipos de suelos se clasifican en (1) arenosos; (2) limos; (3) suelos francos y (4) arcillosos o barros. Esta clasificación se basa en el tamaño de las partículas que tiene cada tipo de suelo.

En nuestra clasificación, vamos a hablar de 6 tipos de suelos diferentes:

Es conocida la Clasificación Taxonómica de los 12 Órdenes del Suelo de la USDA. Estos órdenes son Alfisol, Andisol, Aridisol, Entisol, Espodosol, Gelisol, Histosol, Inceptisol, Mollisol, Oxisol, Ultisol y Vertisol.

Tipos de suelos

Tipos de suelos agrícolas en España:

Suelos humíferos

Son uno de los terrenos más empleados en agricultura, debido a que cuentan con un alto porcentaje de organismos, los cuales aportan una gran cantidad de nutrientes a los cultivos. Este tipo de suelo se caracteriza porque retiene muy bien el agua, lo que le proporciona un color negro muy característico.

Suelos arenosos: ásperos y no manchan la mano. Suelos franco arenosos: ásperos, manchan la mano y no forman figura. Suelos franco arcillosos: manchan la mano y se pueden moldear. Suelos arcillosos limosos: fáciles de amoldar, forman figuras y son pegajosos.

Estas son: a) Tierras apropiadas para cultivos intensivos y otros usos; b) Tierras apropiadas para cultivos permanentes, pastos y aprovechamiento forestal; c) Tierras marginales para uso agropecuario, aptas generalmente para el aprovechamiento forestal; d) Tierras no apropiadas para fines agropecuarios ni explotación ...

Los suelos calizos contienen un alto porcentaje de cal y son ideales para la construcción ya que retienen la humedad de manera rápida y fácil. Al construir en estos tipos de suelo no es necesario realizar excavaciones profundas para cimentación, lo que reduce costos y tiempos.

Hay dos sistemas de clasificación de suelos de uso común para propósitos de ingeniería. 1) el Sistema Unificado de Clasificación del suelo (SUCS o USCS) que se utiliza para casi todos los trabajos de ingeniería geotécnica; 2) el sistema de clasificación AASHTO que se usa por la construcción de carreteras y terraplenes.

Tipos de suelo de madera para casas

Según su estructura los suelos se clasifican en: - Sin estructura. - Estructura granular; gránulos más o menos esféricos. - Laminar; se forman agregados aplanados. - Estructura poliédrica; con agregados poliédricos más o menos regulares.

- Clase IV: A esta clase pertenecen los suelos de relieve plano a moderadamente ondulado, con pendientes inferiores al 12% en más del 80% de la superficie. En general, corresponden a las terrazas altas y medias de la red actual o de paleocauces.

Material Tipo I

Este material se considera como suelo blando y está conformado por tepetate, arcilla, o una combinación de ambos. Se puede extraer con herramientas manuales, como lo es una pala. Ejemplo: Excavación en terreno agrícola con pala.

Se dice de los suelos que se componen de carbonato cálcico, suelen ser pedregosos y de color más o menos blanco-amarillento. También se llaman suelos calizos porque proceden de la descomposición de la piedra caliza.

Suelos azonales

Estos suelos predominan en toda la España arcillosa y son comunes en las campiñas de Andalucía.

Orden Inceptisoles. Junto con los Entisoles, los Inceptisoles son los suelos con mayor extensión en la Comunidad de Madrid.

con fases de suelo (propiedades del suelo, como salino, lítico, pedregoso), con tres clases texturales (grueso, medio, fino) tres clases de pendientes superimpuestas (plano a algo ondulado, apaisado a colinoso, y ligeramente disectado a montañoso)

Molisoles. Son suelos de color oscuro, que tienen la capacidad de drenar bien. Son los más fértiles del país. Ideales para la agricultura.

Los suelos calizos se asocian a suelos muy poco o nada aptos para los cultivos hortícolas, por ser áridos, muy secos, duros y fáciles de erosionar. El gran problema de este tipo de suelo es que no retiene el agua ni los nutrientes el tiempo suficiente para que los cultivos puedan crecer y desarrollarse adecuadamente.

Los suelos arenosos​, también llamados suelos ligeros, no poseen propiedades coloidales ni retienen los nutrientes, además presentan mala estructura, alta aireación, muy alta permeabilidad y nula retención de agua, por lo tanto son suelos no deseables para el cultivo de regadío ya que requieren de un gran esfuerzo.

El suelo debe tener todos los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas, y una estructura que las mantenga firmes y derechas. La estructura del suelo debe asegurar suficiente aire y agua para las raíces de la planta, pero debe evitar el exceso de agua mediante un buen drenaje.

Los usos asignados pueden ser equipamiento, espacios libres, comunicaciones, instalaciones y redes de servicios. Por ejemplo, dentro del equipamiento comunitario se incluyen actividades relacionadas con la educación, enriquecimiento cultural, salud y bienestar.

El suelo de estas almacigueras, denominado también como sustrato, debe tener buenas propiedades de absorción de agua (poroso) y no debe estar contaminado. Para obtener este suelo podemos utilizar como sustrato la arena, el compost, la tierra de chacra y el musgo.

El suelo se puede clasificar según su textura: fina o gruesa, y por su estructura: floculada, agregada o dispersa, lo que define su porosidad que permite una mayor o menor circulación del agua, y por lo tanto la existencia de especies vegetales que necesitan concentraciones más o menos elevadas de agua o de gases.

Los ingenieros, típicamente los ingenieros geotécnicos, clasifican a los suelos de acuerdo con sus propiedades ingenieriles, en relación con su uso en fundaciones o en materiales de construcción de edificios.