¿Qué verduras no se pueden congelar crudas?

Se pueden congelar: acelgas, ajo, alcachofas, berenjena, brócoli, calabacín, cebolla, coliflor, espárragos, espinacas, maíz, patata, perejil, remolacha o zanahorias. No se recomienda congelar: endibia, pepinos, tomates, apio, lechuga, aguacate o champiñones .

Cómo congelar verduras correctamente, paso a paso

Alimentos que no se pueden congelar

Alimentos que se resisten a la congelación

Además, "tenemos que tener en cuenta que las verduras en general tienen gran cantidad de agua y si nosotros congelamos la verdura sin el proceso de adición de azúcares, los cristales que se forman al congelarse el agua dañarán el tejido celular de la verdura y puede afectar a la textura de la misma", apunta Huerta.

En primer lugar, lava muy bien los calabacines y sécalos con cuidado. Trocea los calabacines de la forma que prefieras. Ponlos en una bandeja estirados para que no se queden apelmazados ni se peguen al congelarse. Después, podrás introducirlos en una bolsa de congelación normal y guardarlos hasta que los necesites.

✿ Use recipientes herméticos aptos para el congelador. Etiquete con el nombre de la verdura y la fecha. ✿ Ponga las verduras directamente en el recipiente o coloque en una bandeja plana y congele hasta que estén firmes, luego póngalas en el recipiente.

Para congelar los tomates enteros primero hay que lavarlos muy bien y secarlos con un trapo. Después simplemente es cuestión de ponerlos en una bandeja extendidos en el congelador, y una vez que están congelados, se deben introducir en una bolsa de congelación extrayendo el máximo de aire posible.

Lava y pela las zanahorias frescas. Escalda las zanahorias para evitar que se decoloren y ablanden cuando las descongeles. Escurre el exceso de agua del escaldado y las colocas sobre papel de cocina para que se sequen. Guarda las zanahorias enteras en bolsas herméticas y las metes en el congelador.

En cuanto a las frutas, hay que evitar congelar aquellas que tengan alto contenido en agua, es decir, exceptuando los frutos rojos o los plátanos, el resto de frutas no toleran bien el frío y saldrán del congelador con un aspecto poco apetecible.

Una vez pelada y limpia, córtala en dados de 2 o 3 centímetros y guárdalos en una bolsa hermética para congelarlos. Cuando quieras emplear esta hortaliza, solo tendrás que descongelarla en el frigorífico.

Para escaldar las verduras solo tienes que poner agua a calentar en una cacerola, cuando empiece a hervir la retiras del fuego y metes la verdura unos 3 minutos. Pasado ese tiempo la sumerges en agua fría para cortar el proceso de cocción y ya puedes envasarlas para congelar.

Es decir, hervir los pimientos durante un período corto y luego colocar en agua helada inmediatamente para cortar la cocción. De esta manera, se pueden poner las piezas blanqueadas en bolsas aptas para el congelador y guardarlas hasta por un año sin que su calidad disminuya.

¿Qué pasa si congelamos las patatas? Al contrario de lo que mucha gente piensa, no se ponen malas ni pierden sus cualidades. Lo que ocurre al congelar las patatas es que la fécula se deshace y esto afecta a su textura.

En general, las frutas y verduras pueden congelarse de ocho a doce meses antes de que su calidad se deteriore, explica Hutchings, aunque aquí también entre la excepción de la etiqueta 'comestible indefinidamente'.

Las frutas y verduras congeladas son igual o más nutritivas que las frescas, esto se debe al poco tiempo que pasa entre que son cosechadas y congeladas. Además, al congelarse rápidamente esto también contribuye a que conserven sus nutrientes durante los meses de almacenamiento en el freezer.

Empieza colocando las berenjenas sobre una bandeja. A continuación, envuelve el recipiente con papel film transparente con mucho cuidado de que no entre nada de aire. Introduce el recipiente en el congelador lo más recto posible para que no se vuelquen las berenjenas rellenas.

Para descongelar correctamente los alimentos debemos llevarlos del freezer a la heladera. De esta manera logramos descongelarlos fuera de la “zona de peligro”. Otro datazo es que una vez que el alimento se descongeló debe cambiar el estado para volver a congelarse.

Cómo congelar los calabacines

El escaldado se hará con el calabacín cortado en pequeños trozos y luego se deberá secar con un papel absorbente. El siguiente paso será introducir el calabacín en un recipiente hermético y no deberá estar en el congelador más de seis meses.

Lava y seca las hojas de lechuga antes de congelarlas, así se elimina cualquier suciedad o tierra. Después, las hojas pueden congelarse enteras o cortadas en trozos más pequeños. Para guardarlas, se recomienda utilizar recipientes herméticos o bolsas de congelación para evitar que se quemen por el frío.

Tus frutas y verduras deben mantenerse secas. Si es que tienen agua al guardarlas pueden pudrirse y ponerse flácidas, por lo que es importante tratar de minimizar al máximo el agua sobre las hojas de tus verduras verdes.

Colócalas en un bol, en una fuente o en una bolsa de plástico perforada en un lugar donde no dé la luz directa. No las guardes en bolsas completamente cerradas ya que se produciría una acumulación de dióxido de carbono (CO²), se reduciría el oxígeno, dando lugar a malos olores y podredumbre.

Como ya hemos comentado, al congelar el tomate pierde su textura y sabor, así que no sirve para platos con este alimento en crudo. Sin embargo, es una muy buena opción para tener siempre a mano tomate, entero o triturado, para las elaboraciones.

Procedimiento: Pica finamente las cebollas que quieras congelar. Colócalas en una bolsa de plástico con cierre hermético y aplana, así será más fácil descongelar y guardar en el congelador. La cebolla puede ser muy olorosa, te recomiendo usar doble bolsa.