¿Quién dijo sin emoción no hay aprendizaje?

“Sin emoción no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje, no hay memoria”. Francisco Mora.

"Sin emoción, no hay aprendizaje”. Es la premisa de una de las tendencias educativas actuales: la neuroeducación o neurociencia aplicada a la Educación, que fundamenta la necesidad de crear un entorno emocionante para favorecer el aprendizaje de los alumnos.

Mora afirma que la neuroeducación puede transformar la actitud de muchos maestros, en el sentido de producir en ellos un tono diferente, emocional y cognitivo, en su forma de ver la enseñanza, de mentalizar y de responsabilizarse frente a la capacidad que tienen los cerebros de los niños de cambiar en lo que respecta a ...

2.1.

“Todo aprendizaje tiene una base emocional” (Platón). Antes de comenzar hablando de Inteligencia Emocional, y en base a la cita anterior, es necesario hacer una breve mención al término emociones.

Las investigaciones sobre los procesos de aprendizaje apuntan que la emoción y la cognición son inseparables. Este vínculo se establece por múltiples razones, entre ellas, porque las emociones influyen en la capacidad de razonamiento, la memoria, la toma de decisiones y la actitud para aprender.

Es literalmente neurobiológicamente imposible construir recuerdos, involucrar pensamientos complejos o tomar decisiones significativas sin emoción .

Alexitimia, la rara condición de vivir sin sentir emociones - BBC News Mundo.

Sin embargo, sorprendentemente, no existe ni un solo registro de tal afirmación. También se ha asignado la autoría al filósofo y psicólogo estadounidense William James, al interpretarse de manera tergiversada un fragmento de su artículo The energies of men (Las energías del hombre, 1907).

Francisco Mora (2013) lo resume muy bien: “La curiosidad enciende la emoción. Y con la emoción se abren las ventanas de la atención, foco necesario para la creación de conocimiento”. El miedo impide la esencia del aprendizaje: integrar los conocimientos en lo ya conocido y transferir el aprendizaje a otras situaciones.

El 'padre oficial' de la neuroeducación es Gerhard Preiss, catedrático de Didáctica en la Universidad de Friburgo (Alemania), quien en 1988 planteó crear una nueva asignatura que aunara la investigación cerebral y la pedagogía, a la que denominó neurodidáctica para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Aunque este concepto fue introducido por los psicólogos Peter Salovey y John Mayer, fue Goleman quien profundizó en él y lo desarrolló. Por eso, se le considera el padre de la inteligencia emocional. Actualmente, la inteligencia emocional se aplica en casi todos los campos.

Las investigaciones también vinculan la dependencia del alcohol y otros trastornos por uso de sustancias con una menor inteligencia emocional. Este vínculo puede ser en ambos sentidos: la adicción puede causar cambios en el cerebro que afectan su capacidad para interpretar y manejar emociones e impulsos.

Puede decirse que la teoría del aprendizaje por descubrimiento tiene sus raíces en la filosofía socrática. Para Sócrates las personas ya vienen con todos los conocimientos al momento de nacer, pues para Sócrates aprender era solo recordar.

Tus emociones también juegan un papel importante en los procesos de memoria . Para empezar, la forma en que reaccionas ante un evento o situación específica puede afectar no sólo qué tan bien memorizas lo que sucedió, sino también qué tan bien lo recuerdas más adelante.

Las emociones negativas (ansiedad, ira, tristeza) pueden reemplazar las emociones positivas y afectar la percepción positiva de la tarea. Además, puede aparecer la motivación extrínseca negativa que puede provocar la conducta de evitación y como resultado la no ejecución de la tarea.

Unas se aprenden por experiencia directa, como el miedo o la ira, pero la mayoría de las veces se aprende por observación de las personas de nuestro entorno, de ahí la importancia de los padres y los profesores como modelo ante sus hijos y alumnos. Las emociones son propias del ser humano.

Al reprimir las emociones, confundimos y lastimamos a nuestro cuerpo de una manera profunda. Las emociones afectan a todo nuestro organismo; nuestro cuerpo lucha por nuestra superviviencia y está tratando de mantenernos seguros en todo momento.

Cuando un flujo continuo de emociones negativas se apodera de nuestros lóbulos frontales, la arquitectura de nuestro cerebro cambia, dejándonos en un estado de respuesta al estrés intensificado donde el miedo, la ira, la ansiedad, la frustración y la tristeza se apoderan de nuestro cerebro lógico y pensante.

Las emociones nos ayudan a comunicarnos con los demás , como cuando nos sentimos tristes y necesitamos ayuda. También pueden ayudarnos a actuar rápidamente en situaciones importantes. Por ejemplo, cuando estás a punto de cruzar la calle y ves que un coche se acerca rápidamente, el miedo te hace saltar de nuevo a la acera.

¿Qué causa el entumecimiento emocional? Hay varias cosas diferentes que pueden causar entumecimiento emocional. Si bien la depresión y la ansiedad son las causas más comunes, otras incluyen las siguientes: Estrés y hormonas del estrés: los niveles elevados de cortisol pueden provocar entumecimiento emocional en algunas personas.

La psicopatía

Las personas que no conectan emocionalmente con los demás mediante la empatía tienden a presentar un rasgo llamado psicopatía.

¿Cómo estimular el cerebro?

Esto quiere decir que las capacidades cognitivas de Eistein eran casi 35 por ciento superiores a las de una persona común y corriente. Los resultados se reafirmaron años después, gracias a un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Florida, realizado a partir de la corteza cerebral.

Actualizado a las 21:43h.

Situada e n el top ten de falsas creencias está la idea de que sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro. De ahí que la pregunta sea inmediata: ¿Qué pasaría entonces si utilizáramos el 100%? Pues en realidad nada, porque ya lo usamos.

Los cambios fisiológicos, escribe, son la “materia prima” de la emoción, a la que el cerebro asigna significado, como el miedo, la sorpresa o la excitación. Desde entonces, los estudios han sugerido, aunque de forma indirecta, que el corazón es capaz de enviar señales que inducen miedo al cerebro , explica Garfinkel.

La emoción es aquello que enciende, a través de la curiosidad, la atención y sin atención explícitamente no hay ni aprendizaje ni memoria.

Las emociones surgen de activaciones de poblaciones neuronales especializadas en varias partes de la corteza cerebral, en particular el cingulado anterior, la ínsula, la prefrontal ventromedial y las estructuras subcorticales, como la amígdala, el estriado ventral, el putamen, el núcleo caudado y el área tegmental ventral.