¿Quién es el mayor enemigo de Dios?

En la fe cristiana, Satanás es principalmente un acusador y adversario; una entidad decididamente malévola que posee cualidades malignas. ​ Satanás es el antagonista en las lecturas del Apocalipsis y quien quiso tentar a Jesucristo en el desierto.

Satanás, llamado también el adversario o el diablo, es el enemigo de toda rectitud y de todos los que desean seguir a Dios. Es un hijo espiritual de Dios que una vez fue un ángel “que tenía autoridad delante de Dios” ( D.

“Diablo” significa acusador, porque acusa al pueblo de Dios día y noche ante el trono de Dios (Apocalipsis 12:7–11). “Satanás” significa adversario, porque es el enemigo de Dios. También se le llama el tentador (Mateo 4:3), y el homicida y mentiroso (Juan 8:44).

Romanos 5:10-11 PDT

Cuando éramos enemigos de Dios, él hizo las paces con nosotros a través de la muerte de su Hijo. Con mayor razón ahora que somos amigos de Dios, él nos va a salvar por medio de la vida de Cristo.

Lucifer, Rey del Infierno.

Jacob luchó con un ángel hasta el amanecer, momento en el que este le propuso acabar la pelea. Jacob, consciente de que había peleado con Dios, le pidió su bendición (Génesis 32: 24-32). Jacob luchó con un ángel hasta el amanecer, momento en el que este le propuso acabar la pelea.

16 Seis cosas aborrece Jehová,y aun siete abomina su alma: 17 Los ^aojos altivos, la lengua mentirosa,las manos derramadoras de sangre inocente, 18 el corazón que maquina pensamientos inicuos,los pies presurosos para correr al mal, 19 el testigo falso que habla mentiras,y el que siembra discordia entre hermanos.

Judas Iscariote es famoso por ser el discípulo de Jesucristo que lo traicionó a cambio de 30 monedas de plata.

La Biblia nos dice que estamos alejados de Dios y somos Sus enemigos en nuestra mente por nuestras malas obras. Todos los días, la gente rechaza, profana y actúa en oposición a Dios. Algunos incluso dicen insolentemente: “No hay Dios”. El pecado afecta a todos, distanciándolos de Dios y haciéndolos enemigos de Dios.

“Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:43–44) ¹ .

Toda persona que ha nacido en la tierra es un hijo de nuestro Padre Celestial. No recuerdas haber vivido con tu Padre Celestial, pero eres Su hijo. Las Escrituras nos enseñan que “todos somos hijos del Altísimo” (Salmos 82:6). “Altísimo” es como se llama a nuestro Padre Celestial.

Santiago 4:15-16 TLA

Más bien, deberían decir: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello.» Sin embargo, a ustedes les gusta hablar con orgullo, como si fueran dueños del futuro, y eso es muy malo.

El ser hija de Dios significa que ustedes son progenie de la Deidad, descendientes literales de un Padre Celestial, que han heredado un potencial y atributos divinos. El ser hija de Dios también significa que han nacido de nuevo, que han sido cambiadas de un “estado carnal y caído, a un estado de rectitud” ².

Ángel caído

Los nueve círculos del Infierno

En Penuel Jacob lucha con el personaje divino toda la noche y sale vencedor, recibiendo un nuevo nombre: Israel. Pero cargará consigo la cojera que le recordará la importancia de este encuentro y –cómo la proximidad a Dios deja siempre una secuela– una transformación.

6), agregó. Jacob se expresó como lo hizo Jesús cuando dijo: 'Cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón' (Mateo 5:28; véanse también 3 Nefi 12:28; D.

Así, Lea entró en celos, y le pidió a Jacob que tuviera hijos también con su criada, Zilpa, quien dio luz a Gad y Aser. Entonces, Lea volvió a ser fértil y dio a luz a Isacar, Zabulón y Dina. Dios se acordó luego de Raquel y, al fin, le concedió dos hijos, José y Benjamín.

Este es otro sacrificio que el escritor de Hebreos dice que agrada a Dios: «compartir con otros» (Hebreos 13:16). Incluso debemos dar generosamente a nuestros enemigos: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta» (Romanos 12:20).

5 (6) Cuando Dios se enoja, el enojo pronto se le pasa; pero cuando ama, su amor dura toda la vida. Tal vez lloremos por la noche, pero en la mañana estaremos felices.

Entonces, cuando veía la hipocresía, la codicia, el juicio y la falta de misericordia provenientes de los corazones de personas que supuestamente seguían a Dios y, como resultado, apartaban a la gente de él, Jesús entraba en órbita. ¿Nosotros sentimos lo mismo?

Según el relato en el que fundan sus creencias los cristianos, Jesús de Nazaret murió crucificado por orden del entonces prefecto romano en Judea, Poncio Pilato, y su tránsito hasta esa muerte -una serie de episodios conocidos como la Pasión- es uno de los elementos centrales que se conmemoran en la Semana Santa.

El Evangelio dice claramente para qué eligió Jesús a Judas. Lo eligió, así como a los demás apóstoles: "para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar" (Me 3,14). Y nada lleva a pensar que durante los primeros tiempos Judas desempeñara su misión de un modo menos digno que los demás compañeros.

Hay varias cosas que nos roban la paz, como dejarnos llevar por la ira (Efesios 4:26), los afanes de la vida y el engaño de las riquezas (Mateo 6:31).

El Señor Jesús lo dijo muy claro: “Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos” (Mt 5, 44-45). Pero ¿Cómo sería esto posible? ¿Amar a los que me han hecho daño y me han ofendido?