¿Quién pide el sacrificio de Ifigenia?

En el centro de la composición está el altar en el que el adivino Calcas le pide a Agamenón el sacrificio de su hija Ifigenia para la diosa Diana, antes de zarpar a la guerra de Troya. La diosa aparece en la parte superior con un ciervo para sustituirlo por el sacrificio humano.

Ifigenia es conocida por las fuentes mitológicas griegas desde los siglos VII-VI a. C. y estaba tan estrechamente identificada con Artemisa, que algunos investigadores creen que originalmente era una diosa de la caza rival cuyo culto fue subsumido por Artemisa.

Rodeado de sacerdotes, soldados, músicos y otros personajes que manifiestan su dolor, el rey Agamenón empuña el cuchillo para sacrificar a su hija, pero la diosa Artemisa intercede ordenando que sustituya la víctima por una cierva (Texto extractado de La Belleza Cautiva.

Como ofrenda a los dioses, la joven Ifigenia fue sacrificada por su propio padre, Agamenón. Y Clitemnestra vengó esta muerte, con la ayuda de su amante, Egisto.

La virginal Ifigenia debe morir para que los griegos recuperen a una esposa infiel.

En la mitología griega, Ifigenia era la hija de Agamenón y Clitemnestra que se había dado de sacrificio para que los dioses crearan vientos que llevaran la flota aquea a Troya.

Santa Efigenia de Etiopía es una santa de la Iglesia copta y la Iglesia católica, una de las responsables de la diseminación del cristianismo en Etiopía. Es festejada el día 21 de septiembre. Efigenia,​ era hija del rey etíope Egipo a principios del siglo I.

La Ifigenia de Racine acepta su muerte, principalmente para sub- rayar el horror del destino al que se le ha sometido. Esta Ifigenia rechaza la posibilidad de salvación (sugerida por su madre) y acepta su sacrificio como la única opción que le resta.

y representada póstumamente: en el 406. Ifigenia es hija del rey Agamenón y la reina Clitemnestra, y hermana de Electra, Crisótemis y Orestes, que vengará a su padre después de la guerra de Troya.

El mismo Homero da cuenta en la Odisea que Helena se reconcilia completamente con su esposo Menelao después del saqueo de Troya y posterior regreso a su tierra. Allí se encuentra reinando de nuevo en Esparta cuando Telémaco, el hijo de Odiseo, es recibido. Juntos también crían a su hija, Hermíone.

Luego de haber superado tantos enemigos poderosos, el héroe es asesinado por Clitemnestra, su mujer, a causa de la inmolación de Ifigenia, la hija de ambos, por la mano paterna. Ella empuña el arma vengadora y cumple su tarea sin anuncio, sin dudas ni arrepentimiento, como si su acción fuera lo que debería ser.

En una de esas escaramuzas Agamenón ha conseguido a Criseida, hija de Crises, sacerdote de Apolo. Crises acude a la tienda del héroe y le pide que le devuelva a su hija. Agamenón se niega. Apolo manda una peste sobre los griegos, atendiendo a las plegarias de Crises.

Al final habla de Agamenón y cuenta su muerte a manos de Egisto, y cómo ya Orestes “ha tomado venganza” (έτ σατο; v. 97) por la muerte de su padre.

Agamenón había matado un ciervo consagrado a la diosa Artemisa, y además había provocado su cólera con palabras irreverentes, por lo que la diosa, además de mandarle una peste al ejército griego había producido una calma absoluta, de forma que los griegos no podían abandonar el puerto por falta de viento.

Pínax con el rapto de Perséfone, c. 460-450 a.

Ifigenia era hija del rey Agamenón y Clitemnestra.

La fuente más antigua que menciona el caballo de Troya, aunque de manera breve, es la Odisea de Homero. Posteriormente otros autores ofrecieron relatos más amplios del mito, entre los que destaca la narración que recoge la Eneida de Virgilio.

En este artículo, se estudia la configuración espacial de la novela Ifigenia (1924) escrita por la venezolana Teresa de la Parra.

Según Homero, se trataría de una expedición de castigo por parte de los aqueos, cuyo casus belli habría sido el rapto de Helena de Esparta por el príncipe Paris de Troya.

Atenea, Poseidón, Hera, Hefesto, Hermes y Tetis ayudaron directa o indirectamente a los griegos, según la versión de Homero de la guerra.

La cólera de Aquiles se origina por la afrenta que le inflige Agamenón, quien al ceder a Criseida, arrebata a Aquiles su parte del botín, la joven sacerdotisa Briseida. Al haberse producido todo esto Aquiles se retira de la batalla, y asegura que solo volverá a ella cuando el fuego troyano alcance sus propias naves.

Era considerada hija de Zeus y pretendida por muchos héroes debido a su gran belleza. Fue seducida o raptada por Paris, príncipe de Troya, lo que originó la guerra de Troya.

Tanto Príamo, rey de Troya, como su hijo Héctor, tratan a Helena con respeto a lo largo del conflicto, con Héctor, en particular, echando a Paris la culpa de la guerra. Durante ese período, Paris y Helena tuvieron cuatro hijos, tres niños, Bunomus, Aganus e Idaeus, y una niña, Helena.

Según la leyenda, Paris raptó a Helena, y otras versiones decían que ella deseaba lo mismo que la de él, ya que estaba profundamente enamorada. Obviamente esta decisión fue una ofensa clara para Esparta y así se inicia la Guerra de Troya.

Antes de comenzar la guerra, Príamo había decidido luchar él solo con Menelao, y el que ganase se quedaba con Helena. Al final fue Héctor el que mata a Menelao porque iba a matar a su hermano.