¿Quién reconoció a Ulises después de 20 años?

Argos había estado esperando más de veinte años a que su amo regresara para poder morir (Homero «inmortaliza» al can al concederle más de veinte años de vida…) y es el único que reconoce a Ulises al llegar a Ítaca. Desde entonces Argos es símbolo de la lealtad.

"Allí yacía Argos, el perro, roído de miseria. Y en el acto reconoció a Ulises que se acercaba, y movió la cola y enderezó las orejas aunque no pudo llegar hasta su amo, el cual, conociéndole, se enjugó una lágrima ocultándose hábilmente."

Todos ellos son personajes de hon- da humanidad, incluido, si así podría decirse, de Argos, aquel animalito que esperó veinte años para alcanzar a ver a su dueño de regre- so y darle una postrera muestra de amor y de bien morir: Disfrazado Odiseo, cuando Argos lo reconoce, coleando dejó que la muerte lo atrapara, ...

Argos: el único ser que reconoció a Odiseo

Al regresar a Ítaca, Odiseo temía que sus enemigos lo reconocieran. Por esta razón, invocó el poder de Atenea —la diosa de la sabiduría, de quien tenía amplia simpatía— para que le velara las facciones y lo vistiera de mendigo. Ni siquiera su esposa lo reconoció al regresar.

Penélope reconoce a Ulises - LA NACION.

Mitología griega

Argos, hijo de Aréstor, era un constructor de barcos, entre ellos el Argo, bautizado así por él. Este velero fue usado por Jasón en su búsqueda del vellocino de oro. Jasón y su tripulación se llamaban a sí mismos argonautas por el barco.

La diosa Atenea, hija de Zeus, ayuda a Ulises a regresar a su hogar, pero serán sobretodo su inteligencia y a su astucia los que le permitan escapar de los continuos problemas a los que ha de enfrentarse por designio de los dioses.

Amó a Ulises. Vivieron juntos durante siete años.

Ulises estuvo ausente de su casa durante veinte años: los diez de la guerra de Troya más otros diez de su viaje de regreso. Durante este tiempo, en Ítaca, los pretendientes acechaban a su mujer, su hacienda, su reino.

Todos los pretendientes murieron, y el suelo del salón de trono se llenó de cadáveres. Todo era un mar de sangre. Y Ulises pudo reinar finalmente en Ítaca, con su mujer Penélope y su hijo Telémaco. Y aquí acaba la historia de La Odisea, de Homero.

Méntor era el amigo íntimo de Ulises, el protagonista de la Odisea de Homero.

Atenea ha resuelto transformar por completo a Ulises antes de que vuelva a su hogar. ¿Por qué? Porque durante su ausencia un centenar de pretendientes de Penélope viven en su casa, pensando que él ha muerto o que no volverá.

La leyenda profetizaba que Ulises moriría a manos de su hijo, y así sucedió. Durante su viaje de vuelta Ulises tuvo un hijo con la hechicera Circe, Telégono. Este por mandato de su madre desembarcó en Itaca y mató a Ulises.

Como en la Odisea, Penélope no lo reconoce hasta que él le dice al oído una palabra que sólo él y ella conocen. Sólo entonces Penélope acepta su iden- tidad. Todo se resuelve con sencillez y rapidez: el primer encuentro concluye en el reconocimiento, en una escena de muy poca fuerza dramática.

Ulises es quizás el personaje más humano de la obra de Homero, encarna la aventura tanto en una dimensión externa como interna: emprende un viaje de regreso donde lucha contra las fuerzas caóticas de la naturaleza, los dioses, los monstruos, pero especialmente contra sus propios errores y debilidades.

Para Ulises, sin embargo, Homero deja de lado las descripciones externas y reserva para el héroe de La Odisea calificativos referentes a su modo de ser interior: 'sufrido', 'sagaz', 'mañoso', 'certero', 'de muchos trucos',…

El 27 de febrero de 1934 nació en Medellín la organización cementera más grande de Colombia con la fundación de la Compañía de Cemento Argos, cuyo nombre surgió como un acrónimo del apellido de sus principales fundadores, los señores Arango.

Se cuenta también que la única lagrima que el valiente Ulises lloró fue por su perro. Argo, desde siempre, representa la fidelidad por excelencia del perro hacia su amo.

Se trata de Argos, que estaba dotado de cien ojos y había sido designado por Juno para vigilar a Io, la bella ninfa a quien la diosa había convertido en vaca con objeto de sustraerla al acoso de Júpiter, su esposo.

Es de resaltar que este conflicto genera enemistad entre dos guerreros que luchaban juntos, como amigos, frente al enemigo común: los troyanos. El tema de la amistad / enemistad en esta obra de Sófocles nos remite a Homero.

Isla griega en el mar Jónico.

Según la versión del mito propuesta por Kafka, Ulises recurre a la estratagema de taparse los oídos y hacerse encadenar al mástil, olvidando que el canto d las sirenas lo traspasaba todo. Lo que Ulises no podía esperar es que las sirenas respondieran a tal estratagema con el silencio.

Según Homero (Odisea, cantos I, V y VI) en la isla Ogigia vivía la ninfa Calipso, hija del titán Atlas. A su regreso de la Guerra de Troya, Ulises fue a dar en ella por designio de Poseidón, que deseaba retrasar su regreso a casa, y Calipso lo retuvo junto a sí durante siete años.

Mitología. En la Titanomaquia, cuando los titanes perdieron la guerra, los Olímpicos castigaron a Calipso, por ser hija de Atlas, enviándola a Ogigia.

Ulises parte de la Isla de Ogigia. (

Si alguno de los dioses me maltra¬tara en el ponto rojo como el vino, lo soportaré en mi pecho con ánimo paciente; pues ya soporté muy mucho sufriendo en el mar y en la guerra. Que venga esto después de aquello.» Así dijo.

El responsable directo es naturalmente el autor de sus días, Poseidón, uno que andaba siempre a la caza de sirenas. Fue este el que complicó innecesariamente el viaje creando dificultados a tutiplén.